Se despidieron con un apretón de manos y Sarka subió a su auto otra vez, rumbo a su casa, donde estuvo unas horas para después volver a salir.

—Es bastante llamativo —mencionó Sarka observando el lugar frente a ellos.

Acomodó su vestido algo corto, el cual Serguéi le había comprado por su cumpleaños y quien compartía el mismo extraño pensamiento que el señor Volkov por volver a Sarka "un poco más femenina".

Había llegado junto a los Haitani, al club el cual era administrado por Koko. Las luces color neón que adornaban la fachada llamaban la atención de cualquiera que pasara por ahí.

Al entrar se percató de que era aún más grande que el de los Haitani y Sanzu, aunque estaba un poco más vacío que el suyo.

—Siempre me ha gustado este lugar —sonrió Ran observando todo con detenimiento.

Dentro también estaba lleno de luces de colores extravagantes, la barra, las sillas, los barandales, todo estaba cubierto por tiras de luces de diferentes colores.

—Que grata sorpresa —llegó Kokonoi tras ellos—. Ran me informó que hoy nos complacería con su presencia, señorita Volkova —sonrió estrechando su mano.

—Es un gusto verlo, señor Kokonoi —sonrió de vuelta.

—Síganme por favor —comenzó a caminar hacia la planta superior del lugar, llegando al área VIP—. Siéntese, en unos minutos los atenderán. Si tiene algún problema no dude en llamarme. Por cierto, feliz cumpleaños —sonrió hacia Sarka para después mirar a Ran y Rindou y posteriormente bajar nuevamente hacia la planta baja.

—Este lugar a pesar de ser más grande, hay menos gente que en el suyo —inquirió Sarka mirando a Ran, quien estaba frente a ella, Rindou se había sentado a un lado suyo.

—Eso es porque Koko es muy selectivo, no deja pasar a cualquiera. Se desvive por dar el mejor servicio para cada uno de sus clientes, pero es obvio que no va a esmerarse por cualquier persona —declaró Ran mientras observaba el cambio de color en la pared frente a él.

—El guardia que está en la entrada revisa desde la vestimenta, hasta los apellidos —intervino Rindou.

Unos segundos después llegó un camarero.

—Una botella de Vodka, por favor —pidió Ran.

El hombre se marchó dejando a los tres solos nuevamente.

—En lo que va de la noche no te hemos felicitado, Sarka —exclamó Ran.

Este sacó una caja de un aproximado de quince centímetros.

—¡Feliz cumpleaños! —exclamó Ran extendiendo la cajita hacia la pelirroja—. Espero que te guste —expresó.

—Gracias, no era necesario —contestó ella tomando la cajita.

Al abrirla, observó una pulsera de oro rosa con incrustaciones de diamante.

—Es muy linda, gracias —declaró con una sonrisa.

Sinceramente nunca le había gustado celebrar su cumpleaños, ni recibir regalos ese día. Su padre acostumbraba a regalarle cosas como estás, bastante caras y exóticas. En su cumpleaños número diecinueve, rebasó los límites regalándole una cría de oso, el cual rechazó rotundamente. No se sentía capaz de cuidar de un perro, mucho menos de un oso.

—¿Te la pongo? —preguntó Ran, poniéndole la pulsera cuando esta asintió.

—Esto también es para ti. Feliz cumpleaños —Rindou sacó de su saco una cajita cuadrada color azul.

Dentro de ella había un anillo de oro blanco con un diamante en el centro.

—Es muy lindo, gracias —Rindou tomó su mano con delicadeza, colocando el anillo en el dedo índice.

—Que bueno que te gustó —sonrió dulcemente, olvidándose de que Ran estaba junto a ellos.

El pequeño momento de Sarka y Rindou se vio interrumpido por la presencia de alguien nuevo, a quien Ran observaba con cara de sorpresa, molestia y confusión al mismo tiempo.

—Ran —exclamó una voz femenina casi entrecortada.

Las miradas de Rindou y Sarka se posaron rápidamente sobre la persona frente a ellos.

La mesera que llevaba la botella de Vodka observaba a Ran al borde de las lágrimas, para después posar su vista en Rindou.

Sarka algo confundida observó a Ran, quien tenía ahora una cara completamente de molestia, la cual intentaba disimular. Después miró a Rindou, quien tenía la mandíbula tensa mientras observaba a la mujer.

Aquella mesera, era la exnovia de Ran.

Aquella mesera, era la exnovia de Ran

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HOLIX

AQUÍ LES TRAIGO EL CAPÍTULO DE ESTA SEMANA. LA VERDAD NO TENGO IDEA SI ES VERDAD ESO DE QUE ALGUNOS RUSOS TIENEN OSOS COMO MASCOTA , PERO ME DIO ALGO DE RISA AÑADIR ESO PORQUE LITERALMENTE SARKA NO PODRÍA CUIDAR NI DE UN PERRO, JAJAJAJA.

BUENO, EN UNOS MINUTITOS LES SUBO UN CAPÍTULO EXTRA 😏

BYE.

𝐓𝐑𝐀𝐈𝐓𝐎𝐑  𝑅𝑖𝑛𝑑𝑜𝑢 𝐻𝑎𝑖𝑡𝑎𝑛𝑖 𝑋 𝑂𝑐 Where stories live. Discover now