Mi papa, Mi ángel.

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Algunas personas se quejan de sus vidas, mis hijos se viven quejando, porque no les compre algo que querían, porque sus novios o novias los dejaron o se pelearon, porque algo no les salió como querían y cosas así. Por simples bobadas, hasta lloran por bobadas, y cuando veo estas situaciones pienso "si supieran como fue mi vida y es, ¿dejaran de llorar por bobadas?"; pero nunca me anime a contarles hasta ahora.

A los 7 años de edad, uno de mis tíos quiso abusar de mi, en el galpón de mi casa, pero por suerte llego mi ángel de la guarda, mi papa, me saco de ahí y me protegió. Mi tío no me llego a hacer nada, pero mi papa si llego, le pego. Ese ángel, aunque nunca supe si es mi papa biológico o no, siempre me protegió de todos y todo, por lo menos eso intento, todo lo contrario a mi mama.

A los 11 años de edad, nació mi hermano Damián, no era hijo de mi papa, si no de otro hombre. Mi mama me llevaba  a su casa, a mi papa le decía que íbamos al hospital porque Damián estaba internado, siempre mentía, les mentía a todos. A la familia del padre de Damián le decía que yo era su sobrina y a mi me obliga a decirle tía, si no me pegaba.

 El padre de Damián jugaba conmigo, inflaba globos y me los daba para que juegue, y yo siempre supe que no eran globos, justo Él iba a tener globos. Eran globos para jugar con mi mama y para que no naciera otro Damián, para eso eran nomas. Al tiempo llego navidad y año nuevo, navidad la pase en mi casa con mi papa, pero año nuevo la tuve que pasar en lo del padre de Damián, con la familia de El. Y fingiendo ser alguien que no era, una vez más. Me escape de ahí, y cuando estaba llegando a la parada del colectivo me encontró el hermano de ese hombre, el padre de mi hermanito. Me volvía a llevar con mi mama, ella me pego y yo lloraba porque quería estar con mi papa no ahí con ella y esa gente ingenua.

Al volver a mi casa, mis hermanos me contaron como la habían pasado con mi papa, que habían comido pato que cocino El.  Como extraño esos patos, esas comidas que hacia mi papa, esa pizza a la piedra que hacia en el horno de barro, que realmente eran piedras y otras eran de goma, pero deliciosas igual a esas salsas que hacia que le ponía el paquete de sal entero para que tomemos mucha agua y no nos deshidratemos. Cosa que mi mama nunca hiso, no me acuerdo ni cuando habrá cocinado mi mama. Pero de mi papa nunca me voy a olvidar de nada de lo que hiso por mí, mi único ejemplo a seguir. Que realmente seguí su ejemplo. Aunque de chica nunca tuve mucho pero siempre lo tuve a El, de grande tuve muchas cosas gracias a mi marido que era un hombre trabajador, que me dio cuatro hijos hermosos.

 Melina, Emanuel, Isabela y Anahí, grandes chicos e inteligentes, siempre me sentí orgullosa de ellos. Aunque un tiempo no me entendieron los tres mas grandes, siempre los ame y estuve orgullosa de ellos. Tiempos difíciles pasamos todos, pero lo pudimos superar juntos. A Isabela le costó un poco mas, tuvo que ir un tiempo a la psicóloga para poder entender mas la cosas y entenderse a ella misma, y lo logro.

 Mis hijos nunca la quisieron a mi mama, va un tiempo si, pero en los tiempos difíciles la despreciaron, a mis hermanos los querían un poquito mas, por supuesto menos al mas chico, Damián. La oveja negra de la familia era el, y lo sigue siendo un poco. El consentido de mama siempre fue, obvio tenia todas las razones de no serlo. Al contrario de nosotros, hijos de un hombre mayor, que ella se fue con el para irse de su casa, ella era la oveja negra de su familia, la diferente, por decirlo de alguna manera, igual que Damián. Muchas veces pensé que por eso se llevaba tan bien con el y lo quería tanto, porque lo entendía. Pero no entendía porque le costaba tanto quererme a mí, hasta el día de hoy no lo entiendo. Pero por lo menos siempre lo tuve a él, a mi papa. El si me entendía, él me quería de verdad, aunque ninguno de los dos sabíamos si éramos padre e hija bilógicamente, siempre lo fuimos de corazón.

Mis hermanos siempre fueron buenos, siempre compartimos todos, la zapatillas y la ropa, hasta cierta edad. Hasta que me hice mujer, ahí estuvo mi papa, y las vecinas que siempre se preocupaban por mi, más que mi mama.

Lo que me ponía mal, más que mi mama no me quiera y me lo dijera, era verlo a mi papa mal por ella, iba a buscarla adonde sea para decirle que el la necesitaba y que volviera, siempre estaba en la casa de las vecinas.

En mi vida me case dos veces, la primera vez fue un error, un hombre vago que nunca trabajo, siempre trabaje yo y cuando se enojaba me escribía cartitas, diciéndome lo que le pasaba y se acostaba en la cama tapándose. Fue un error nomas, después me separe y él se quedo con todo, que era mio, al tiempo falleció mi papa, el día del padre, falleció en mi brazos.

Conocí a mi esposo actual unos años después, quede embarazada y desde ahí siempre estuvimos juntos, mi familia también estuvo involucrada, como justo ellos no iban a estar metidos. En mi relación hubo momentos difíciles pero con el tiempo lo pudimos sobrellevar.

En mi vida conocí a muchas personas, algunas me hicieron bien otras me hicieron mal. Como todos supongo, pero siempre hubo cosas mejores, se podrían llamar "recompensas de la vida", las mías se podrían decir que son mis hijos, que pude terminar la secundaria, ya que de chica tuve que cuidar a mis hermanos porque mi mama hacia su vida, pude darme algunos lujos que de chica nunca pude, y pude darle todo a mi hijos, lo que mas pude.

Todo lo que me paso me ayudo a valorar mas las vida y a enseñarles a valorar a mis hijos aunque costo mucho. Los errores de los otros hicieron que por lo menos yo sea diferente. Me llevaron a hacer alguien mejor, lose porque lo vi reflejado en mis hijos. Ellos son nuestro legado, son una parte de nosotros y la otra parte son ellos mismos. Nuestros errores le pueden hacer mal o bien a ellos, a mí dentro de todo me ayudo a valorar. No todo es tan malo como parece.

Fin.

Mi papa, mi ángel.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant