¿Qué ocurre cuando Gryffindor y Slytherin interactúan? ¿Hufflepuff puede dar más miedo que todos los demás juntos? Este libro es como la Sala de los Menesteres, uno no sabe qué puede encontrarse...
¡Ya está la segunda parte de Casas de Hogwarts! Esp...
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Sí, lo sé, no es muy buena, pero soy un completo desastre haciendo portadas y me apetecía un cambio. Espero que os guste.
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La luna brillaba y las estrellas empezaban a parecer ventanas hacia otro mundo. Tanto tiempo mirando el cielo estrellado había provocado que Slytherin se marease, pero no era momento para rendirse. Gryffindor había sentenciado que Sly no sería capaz de aprenderse la localización de cada estrella en una única noche y, como era de esperar, Slytherin se había apresurado a demostrar lo contrario.
—¿Ves lo que te digo? Allí esta la Estrella Polar —decía Ravenclaw.
Slytherin casi se había olvidado de su presencia, Raven se había ofrecido a ayudar únicamente porque sabía que Sly usaría tal conocimiento para impresionar a Hufflepuff, y eso era algo que Ravenclaw no podía perderse. Quizá Slytherin se plantease regalarle algo a Raven como agradecimiento, quizá una biblioteca privada o algo así...
Resopló y volvió a mirar hacia el firmamento, no podía evitar pensar en los ojos de Huff cada vez que miraba las estrellas.
Al final de la noche, resultó que Gryffindor tenía razón. Había sido imposible aprenderse de memoria aquella bóveda, ya que sus pensamientos de dirigían una y otra vez a Huff. Una valiosa lección había aprendido Slytherin: Gryffindor tenía razón en algunas ocasiones, pero eso no impedía que pudiese impresionar a Hufflepuff con su recién adquirido conocimiento a medias.
