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Pasado

Armin miro la biblioteca de pies a cabeza.

Cada ventanal que lograba reflejar la luz de afuera, cada mesa sorprendentemente grande y cada pasillo con un nuevo mundo por descubrir.
Si; eso era una de las tantas cosas que amaba.

Se adentro en un pasillo del lado derecho, contrario al lugar donde la Sra. Devoue se había dirigido y miro cada uno de los libros.

Muy emocionado por saber con cual comenzaría.
De pronto choco con una chica...

—¿Quién eres?—aquel chico corto el ambiente tenso que se había generado justamente en el momento en el que el choco conmigo

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—¿Quién eres?—aquel chico corto el ambiente tenso que se había generado justamente en el momento en el que el choco conmigo.

Estaba un poco desarreglado y se notaba un poco confuso pues al chocar logro golpearse con una esquina del mueble más cercano a nosotros.

—Oh, lo siento, creo que te has golpeado. ¿Te encuentras bien?— y si, nuevamente aquellos ojos azules, giraron hacia mi. Aun después de todo, se veía absolutamente bien...

—Ah, eh lo siento—el se enderezó de golpe y giro su mirada hacia la esquina de aquel mueble y en cortos segundos noto como me acerque un poco más a el.

Un pequeño hilo de sangre en su frente, estaba empeñado en salir.

Tome de su frente con cuidado, como si aquel fuese una figurilla de cristal y logré oír un gemido ahogado que me erizo la piel.
Igual me enderece.

—Veo que si te duele— suspiré y lo tome de la mano, no sin antes tomar aquellos dos libros que tenía junto a mi—Bien. Creo que deberíamos ir a la enfermería...— gire mi mirada hacia aquel chico y sonreí levemente. El estaba completamente sonrojado así que intente ignorarlo.

—E..estoy bien, n-no hace falta..— Armin mantenía la cabeza abajo. No podía creer que aquella chica no lo conociese y aún así se preocupara por el.
Además de que antes por su descuido choco con ella.
El creía que ella estaría enojada con el, no preocupada POR EL...

—¿Qué no hace falta?—bufé; me detuve y lo mire—Ese pequeño hilo de sangre no dice lo mismo... Además ¿Qué puedes perder?...— Armin levantó la cabeza una vez más y miro cada rasgo de ella; torpemente se sonrojo de nuevo pues instintivamente pensó que ella se veía bastante bien sonriendo; sonriéndole a el...—por cierto, no muerdo si eso es lo que te preocupa. Y me llamo ____— continúe caminando hasta llegar a la puerta del pasillo principal. Ahí se encontraba la Sra. Devoue quien nos miró y nego con la cabeza para después reír...—Volveré enseguida Sra. Devoue-sonreí—Le entregaré esto luego...— y seguí caminando junto aquel chico mientras levantaba aquellos dos libros que tomé antes.

El pasillo estaba un poco largo y varias personas se dirigían hacia la salida.

Las clases habían terminado desde hace ya un rato y todos estaban dispuestos a regresar a casa después de un día duro.
El instituto siempre se mantenía abierto hasta aproximadamente las 7 pm, así que cualquiera podría caminar por ahí cuando fuese necesario.

𝐃𝐈 𝐋𝐎 𝐐𝐔𝐄 𝐒𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄𝐒 [ 𝐀𝐫𝐦𝐢𝐧 𝐀𝐫𝐥𝐞𝐭 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora