El Mejor Amigo de mi Hermano (JD & TÚ) [COMPLETA]

Capítulo 7 (Último)

—Qué rápido te bañaste —le dije a Juan.

—Sii es que ya es tarde —se levantó y fue a buscar la mochila y la lonchera de nuestra hija.

—Sii mami —Abigail apagó la televisión —quién llamaba? —me preguntó.

—Era tu abuela, ya quiere que llegues a visitarla —le sonreí.

—A qué hora habló mi madre? —Juan entró a la sala.

—Cuando tu seguías arriba —lo voltee a ver —vámonos que ya es tarde —salimos de la casa.

En todo el camino íbamos cantando, Abigail nos contaba todo lo que haría con la madre de Juan. Cuando llegamos a la escuela, Juan entró con Abigail, luego él salió y nos fuimos para la casa.

Pasó lo que tenía que pasar, y nos encontrábamos en un centro comercial. Mientras que Juan se quedaba distraído con algunas cosas, yo desde lejos miraba cosas para bebés.

—Amor? —su voz me sacó de mis pensamientos. Así que lo voltee a ver.

—Dime —vi que en sus manos llevaba dos bolsas.

—Le compré una tablet a nuestra hija —levantó la bolsa —qué andabas viendo? —me preguntó.

—Nada, ya nos vamos? —le pregunté algo incómoda.

—Te sientes bien? —dijo preocupado.

—Si, y porque le compraste una tablet? —le pregunté cambiando de tema, y empezamos a caminar.

—Es que nuestra hija es muy inteligente, saca buenas notas —me miró, como diciendo "estoy mintiendo?".

—Tienes mucha razón —le sonreí.

—Estabas viendo la tienda para bebés, verdad? —me preguntó, con una cara muy obvia.

—No te puedo mentir —dije rendida —es que si me gusta la idea —llegamos a su auto.

—Ya te dije, en seis semanas sabremos, si estas o no —nos subimos a su auto y nos fuimos para la casa.

—Y tú, qué quieres que sea? —le pregunté, para que no reine el silencio.

—No importa si es niño o niña, con tal que salga sano, yo voy a amar a nuestro futuro hijo o hija —vi que él sonrió.

—Te amo Juan —yo igual sonreí.

—Yo te amo más Tn —llegamos a la casa.

*9 Meses Después*

Estábamos donde la ginecóloga, haciéndome una ecografía. Juan tenía su mano entrelazada con la mía, mientras observaba atentamente la pantalla.

—Futuros padres —empezó a hablar la ginecóloga —miran esto? —señaló con el dedo un bultito en la pantalla —tienes nueve meses de embarazo —me volteo a ver —y felicidades, serán padres de una hermosa niña —nos miró a ambos con una sonrisa.

—Qué? —Juan empezó a llorar de la felicidad.

—Así es —la ginecóloga me limpió el vientre, y con la ayuda de Juan me pude sentar en la camilla.

—Si ocupan algo más, me avisan. Con permiso. —ella salió de la habitación.

—Tendremos otra princesa en la casa —Juan empezó a hacer un baile, un poco raro.

—Amor, tranquilo —él me ayudó a bajar de la camilla y justo que salimos del consultorio, me da una fuerte contracción —rayos —me quejé.

—Qué pasa? —Juan se veía asustado.