contrato

001

—¿Qué? ¿Por qué no me dejas buscar un omega por mi propia cuenta? ¿Por qué tienes que ser tú quien siempre tome las decisiones en mi vida? eres tan injusto. — Enojado preguntó, el alfa estaba fastidiado de que solo por un error anterior su padre quiera mandarle en todo, ya tenía 22 años ya era mucho martirio.

Su padre volteó los ojos ante la incredulidad de su hijo. —No dejaré que consigas un omega por tu cuenta, las primeras veces que te dejé hacerlo siempre salieron mal, agradecele al universo que nunca embarazaste alguno de ellos si sí, no estarías gozando de los privilegios que tienes ahora por tu irresponsabilidad. —

Increíble tener como requisito conseguir pareja para largarse de su hogar.

—No, no, no pienso casarme con alguien que tú elijas. —

—Mhm, bien hagamos un trato. —

Oh no, no sonaba bien y mucho menos viniendo de su padre.

—Pediré al mejor omega hombre y mujer del club, tú elegirás entre ellos dos... —

—¿CASARME CON UNA PROSTITUTA?— Exasperado abrió los ojos, su padre era un idiota.

—Hey, no levantes la voz y ten más respeto no sabes las necesidades que tienen para haberse orillado a satisfacer alfas cabezas huecas como tú. — Regañó el señor vestido de traje y dándole un sorbo a su copa de vino blanco. —No te casarás con ninguno, déjame acabar. —

—Literalmente pueden pasarme enfermedades. ¿Cómo se te ocurre siquiera pensarlo?— Volvió a interrumpir, frotó su sien desesperado.

—Bien, entonces pediré a los más recientes. ¿Crees que los dejarían trabajar estando sucios? a esa empresa le caerían demandas de personas poderosas si llegan a permitir que uno de sus empleados estuviesen enfermos y se acostasen con uno de ellos, al igual que nosotros, somos grandes en esta sociedad Lee Know. — Respiró profundo y prendiendo un tabaco continúo viendo a su hijo sentado en uno de los sillones de cuero donde su oficina.

—Sigo sin aceptar casarme con uno de tu elección. — Refunfuñó cruzado de brazos.

—Solo pasarás tu celo con el de mi elección, solo te pido eso, si todo sale bien y no lo estropeas como antes te dejaré elegir a tu propia pareja sin ningún pero. —

Pareció haberle brillado los ojos a Minho luego de escuchar un premio final llamado libertad.

—¿De verdad?— Miró al piso haciendo cuentas mentales de cuándo sería su próximo celo. —Creo que mi celo será dentro de dos semanas...— Murmuró avergonzado.

—No te preocupes por eso, solo necesito saber tus preferencias al cien porciento para saber qué pedir. — Sonrió divertido aunque sintió casi ahogarse cuando el peligris le miró con el ceño fruncido.

—Hombres papá, sabes que me gustan ellos... no entiendo por qué te gusta escuchar a tu hijo confirmar su homosexualidad. — Desvió su mirada a la puerta.

—Es muy graciosa la cara que pones cuando lo dices. —

—¡Ya!— Se levantó incómodo dirigiéndose a la puerta abriéndola y salió directo hacía su cuarto.

La casa de los Lee era bastante grande, por eso a su padre no le incomodaba saber que su hijo pasaba sus celos solo o con personas desconocidas, era obvio que no alcanzaba a escuchar ni una mierda estando cada uno a un extremo diferente de la casa.

Cuando su hijo salió, aprovechó para marcar al reconocido club siendo atendido en un instante.

—¿Kim? mándame tus recientes empleados, trata de que sean lo más castos posibles, quiero conocer al afortunado que tendrá el trabajo. — Y colgó la llamada.

Esperados veinte minutos, un correo se notificó en la pantalla de su amplia computadora.

“Expediente 6 nuevos emplead@s registrados este mes, por orden de entrada han sido colocados.

1er lugar con más tiempo de estadía y 6to lugar con menos tiempo o siquiera solicitado. Reservados solamente para trabajos privados fuera del club. ”

Leyó atentamente, el documento anexaba todos los trabajos hechos hasta ahora por cada uno, la mayoría eran mujeres y solo pudo encontrarse con dos hombres bastante jóvenes y aptos para su hijo.

Uno de los dos estaba en tercer lugar, contando con más de 5 trabajos maniobrados, alzó una ceja en busca del otro restante dándole curiosidad el por qué el chico más lindo que sus ojos habían visto solo ha hecho 1 y sin involucrar pentración.

Rápidamente marcó de nuevo al club solicitando más información.

—“Entró ayer por la noche, cuando lo vieron un señor pidió pasar la noche con él, pero... parece ser que le disgustó saber que era un chico y no pasaron más allá según me dice la chica encargada de repartir habitaciones.”—

El señor Lee carcajeó. Viendo su foto fácilmente un viejo apresurado lo confundiría con una chica.

—Ya veo... ¿Qué significa ese 1 en su historial? —

—“Ah, un intento de felacion pero fué imposible ya que no existió protección”.—

Lo supuso.

—Necesito al chico mañana en mi casa, dale mi ubicación y que llegue a las 6 de la tarde bien vestido. —

—“Así será señor Lee, un gusto hacer tratos con usted.”—

Colgó y salió de su oficina escuchando a su esposa hablarle con cariño diciéndole que le dijera a su único hijo y heredero que los acompañara a cenar, claramente no lo hizo y prefirió mandar a una de sus empleadas ya que estaban más jóvenes que él, a su edad ya no podía recorrer tanta distancia o eso decía él.

—Será divertido.

—¿Qué será divertido?— Cuestionó la señora curiosa.

—Mañana con Minho.

—Oh. ¿Lograste convencerlo?

—Algo así, espero mañana que conozcamos al chico salga como lo espero, no pienso dejar a Lee Know escoger alguien más que destruya su corazón. —

—Debe de aprender de sus errores, déjalo que se equivoque, no puedes planear su futuro. —

—Esta será la última vez, te lo prometo.—

—Muy bien. — Sonrió viendo a su hijo llegar ya con la pijama puesta, sentándose junto a ellos. —También recuerda que mañana... debemos partir a las 7:15 de la noche para estar a tiempo en la cena del jefe de despacho en el centro de la ciudad. — Avisó y el señor Lee solo arrugó su frente.

Era verdad, tratará de firmar el contrato lo más pronto posible.