Gato de Oro

𖥸3࿐

Cuando abrió los ojos el sol ya había salido.

Se sentó y estiró la espalda, bostezando.

Puso sus sandalias y acercó al escritorio, notando al cachorro durmiendo sobre la madera con la lámpara apagada y el felino sirviendo de almohada.

Sonrió con ternura al ver esto.

Se acercó para alzarlo y llevarlo a la cama cuando vio los trabajos que había hecho, cada uno tapado con un papel. Se sorprendió al ver que uno tenía su nombre.

Contuvo su curiosidad y alzó al niño, despertando al animal, el cual maulló en queja.

--Ssssh --le indicó silencio, señalando que Luffy seguía durmiendo.

Ryōta bajó del escritorio y siguió a Shanks hasta la cama, viendo como tumbada a Luffy, quitándole las sandalias y tapándolo con la manta, luego él subiendo y acomodándose a un lado del niño, recibiendo la caricia del pirata sin queja.

Shanks se alejó y dejó al niño dormir. Corrió la cortina para que no entrara la luz y salió de la habitación para ir con su tripulación.

Llegó al bar de Makino, donde ya estaban sus nakamas desayunando.

--Capitán, ¿y Luffy? --la dueña preguntó.

--Durmiendo, ahora vendrá --se sentó y pidió su desayuno.

Preocupada la beta siguió con su día.

Las horas pasaron, el sol avanzando en su camino por el cielo.

--¡Benn! --se escuchó la voz de Luffy, quien abrió de golpe las puertas y corrió hacia la persona que buscaba.

--¿Qué ocurre, cachorro? --lo alzó, notando la bolsa en sus manos.

Luffy se sentó en la pierna del pelinegro mayor y abrió la bolsa que llevaba, metiendo la mano y sacando una de las cosas que había dentro.

--Para ti --la cedió al mayor, quien abrió los ojos de par en par mientras tomaba la joya con su mano que no sujetaba al niño.

Era del tamaño perfecto de su antebrazo.

--Es increíble, Luffy --lo vio con detalle.

El omega no esperó y bajó de su pierna y corrió de nuevo.

--¡Yasopp! --llamó esta vez, volviendo a meter la mano en la bolsa y sacando otra cosa. --Toma --la entregó.