Capitulo 28

7.7K 468 14
                                    

—Hasta luego, Ángela —Sonreí.

—Bye —Saludó con su mano.

Salí de la habitación donde los niños ya dormían y cerré la puerta. 


Caminaba por el pasillo cuando me topé con esa puerta. Aquella puerta de hospital donde se encontraba Charlotte White. Diablos, la había olvidado, su historia había quedado inconclusa..

Me acerqué a ésta insegura y toqué nerviosa.

—Adelante —Habló la persona dentro.

—¿Charlotte?.. —Entré con timidez.

—¡Oh, _____!, ¡Que bien que vuelvas! —Sonrió con ternura.

—Lo lamento, Nash...

—¿Nash? —Cuestionó confundida.

—La persona más dulce de este planeta. —Sonreí mientras mis mejillas tomaban color.

—¡Tu novio! —Exclamó con una risita.

—No, aún no. —Reí— Venía por el final de su historia..

—Oh claro —Sonrió— ¿Dónde quedamos?.

—"Bajo un árbol de flores de cerezo, él le confesó algo que cambiaría su vida para siempre".

—Tienes razón, dijo que..

Y mi celular comenzó a vibrar dentro de mi bolso, ¡Maldición! ¿Por qué siempre en la parte interesante de la historia, algo lo interrumpe?.

—Lo siento Charlotte, tengo una llamada. —La anciana asintió con la cabeza y me dediqué a retirarme de su habitación— ¿Hola? —Contesté con fastidio.

—¡____! ¡Ven rápido, los chicos! —Gritó Jay con preocupación.

—¿Qué.. qué ocurrió? —Cuestioné con el ceño fruncido.

—¡Solo ven al pub lo más rápido que puedas, por favor! —Exclamó y se oyeron disparos. 

—¡Lo siento, Charlotte! ¡Mañana hablamos, adiós! —Me despedí.

—Hasta mañana —Respondió con una sonrisa.


Jay cortó la llamada en el momento en que se oyeron disparos. ¡Diablos! ¡Les eh dicho que no fueran a aquel horrible lugar! ¡Maldición!.


Hice frenar un taxi para que me llevase a mi destino, pero respondió de mala manera, por lo cual, por orgullo, me digne a correr y para empeorar la situación, llovía. ¡Maldita sea!


—¿_____? —Oí a un lado mientras corría.

—Ahora no, debo llegar rápido. —Dije con lágrimas en los ojos, la preocupación de que les habría ocurrido a los chicos me asesinaba por dentro.

—Te llevaré. —Musitó y reconocí esa voz, no le había visto en días.

—¿Hayes? —Paré en seco— ¿Pero qué..?

—No es tiempo de preguntas, luego hazlas, ahora, ¡Sube! —Ordenó.

Asentí con la cabeza y sin temor alguno, subí a su motocicleta. George me hizo entrega de un casco protector y me aferré a él cuando comenzó a rechinar las ruedas.

—¿Dónde es?

—Es el pub más cercano al anfiteatro. 

—Allá vamos. 

No me asustas Grier -Nash Grier-Terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora