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Sin importar cuánto tratara, Javier no podía sacarse las palabras de Natalia de la cabeza. 

Todo fue como un shock para él, desde la forma en que le disparó todo así de la nada, hasta la forma en que en sus acusaciones... sonaron ciertas, un poco, dentro de él. 

No lo había visto como una venganza, necesariamente, cuando invitó a Natalia a su casa. No planeó acostarse con ella esa noche. Pero no podía negar que sí pensó que, si Sofía podía estar con Raúl, él podía estar con alguien más. Quizás estaba dolido de las veces que Sofía lo había rechazado, así que se había agarrado de Natalia porque a ella sí le gustaba. 

'Me cogiste porque la que realmente querías no te quería coger a ti.'

La idea le disgustaba— Un poco le daba miedo. Sonaba como algo que haría su papá— usar a alguien así. 

No era como su papá, ¿no? No podía ser como su papá. Preferiría morir. 

No, no lo era. Javier se sacudió ese pensamiento y lo enterró seis metros bajo el suelo. Él nunca sería como él, y a la mierda Natalia por hacerlo siquiera considerar la posibilidad. Quizás había hecho algo malo inconscientemente— Eso no se comparaba con las cien cosas horripilantes que su papá hacía sin la mínima vergüenza o las cosas jodidas que Natalia había hecho premeditadamente y completamente consciente del error de sus acciones.  

Pero lo hizo para salvar su vida.

No lo de vender drogas. Tampoco cuando robó dinero para comprarse bolsas de diseñador. 

Tú empujaste a alguien de un balcón.

Javier tembló y se retorció en su cama. Eso era diferente. 

'Lo estás usando como excusa.'

Javier se sentó, frotándose los ojos. Estaba claro que no iba a poder dormir más. 

Lo último que le dijo le había dolido de una forma diferente. Lo había apuñalado justo en sus sentimientos no correspondidos, en su frustración por no ser elegido cuando era la mejor opción, en su corazón roto y sus cuestionamientos de por qué él no era suficiente. 

A él todavía le gustaba Sofía. ¿Cómo podía no gustarle con lo increíble que era? ¿Con lo brillante que probaba ser cada día? Era fuerte, graciosa, y le había gustado por tanto tiempo que ya casi era parte de su personalidad, un acto reflejo siempre presente bajo la superficie. 

El problema era que eso siempre venía con un 'pero'. 

Le gustaba Sofía pero recién se estaban conociendo. Le gustaba Sofía pero no era el momento correcto. Le gustaba Sofía, pero a ella le gustaba Raúl. 

'Ahora que Sofía está enojada con Raúl, piensas que te va a dar chance a ti.'

No creía haber pensado en eso. Al menos, no tan así. Había demasiado desmadre en su vida, demasiadas cosas peligrosas pasando constantemente como para que él estuviera moviendo los hilos de un plan maestro para conseguir a la chica. Pero si se daba la oportunidad, obvio que le gustaría intentar algo con Sofi.

O sea, ¿de qué lo estaba acusando Natalia exactamente? ¿De darle esperanzas? Él había sido bien pinche claro en que no quería tener nada que ver con ella. ¿De elegir a Sofía antes que ella? ¡Por supuesto que elegiría Sofía! Si realmente fuera cosa de elegir – como si fuera tan simple algo alguna vez— Sofía sería la única opción racional, la alternativa obvia

Sofía no se besó con su papá. Sofía no era una mentirosa compulsiva. Sofía no le robaba a otras personas. Sofía no le ocultabas cosas horrendas. Sofía no se había metido con dealers e indirectamente causado la muerte de alguien. Sofía no era ni por lejos tan exasperante como ella. Sofía no hacía cosas impulsivas en mitad de un plan, desequilibrando a todos, y, sin embargo, conseguía que resultaran y luego se jactaba de eso. Sofía no llegó a su infiltración nocturna a la escuela vestida de lo que tenía que ser un disfraz de agente secreta; ella se tomaba las cosas en serio. Sofía no lo sorprendía con la rapidez con la que podía pensar en el momento; todos sabían que era inteligente. Sofía no caminaba hacia el chico en la puerta del antro y lo convencía de que los dejara entrar en un impresionante y molesto acto de seducción. Sofía no tenía esa vocecita tierna perfecta para manipular. Sofía no tenía esos looks dulces e inocentes que te hacían bajar la guardia. Sofía no tenía esa risa adorable. Sofía no tenía esos ojos tan expresivos. Sofía no...

Javier saltó de su cama. 

Necesitaba salir a correr. 



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Empuje & Gravedad | NAVIERHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin