17) Paso del tiempo

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Emma

Ya quedaban solamente dos semanas de curso. Después de eso de irían de hogwarts.

Después de siete largos años se irían...

... Nunca volverían.

La idea intristecía a Emma. No quería irse de ahí por muchos malos recuerdos que tuvo. Era su sitio favorito.

Ya tenía pensado a dónde iría a vivir y con quién.

Ese quién estaba a su lado.

— Emma, ¿qué ocurre?— le preguntó Sirius.

— Nada, ¿vamos al lago?— Sirius asintió.

Corrieron al lago pasando al lado de varias personas. Despedirse de ellas... era difícil.

Cada vez que pensaba que se iba a ir, le entraba una sensación de tristeza en el cuerpo.

Pero bueno, ya habían llegado. Ya estaban cerca de ese día y el curso había ido muy bien.

Sirius y ella en dos meses cumplirían un año juntos. Emma estaba bien con Abril y con sus amigos.

La vida de Abril se había vuelto una montaña rusa este año. Era todo muy raro en ella, pero parecía que se divertía. Tenía una vida misteriosa.

Emma se había quedado mirando a Sirius fijamente a los labios, subió a sus ojos y apartó la mirada avergonzada porque él la había pillado con una sonrisa en los labios.

Estaban sentados en la hierba al lado del lago.

— Emma, cuando me miras de esa forma, ¿qué piensas, cariño?— A Emma le daba un cosquilleo importante en la barriga cuando Sirius le decía "cariño".

— En... nada.

Sirius comenzó a reírse.

— Tienes cara inocente, Emma. Sólo eso. En tu mentecilla hay cosas más pervertidas que en la mía.

— ¡Mentira! ¡No digas eso!— se iba a tirar encima de él pero él la empujó al lago para que se cayera en él. Sirius no se esperó que Emma tirara de su camiseta hasta tirarlo con ella al lago y besarlo debajo del agua.

Emma rodeó con las piernas la cintura de Sirius y Sirius posó sus manos en su espalda.

— ¿Ves? Haces cosas pervertidas. ¿Qué será lo próximo? ¿Violarme debajo del agua?

— Oh, claro que no, Sirius tenso barra intenso. Mi próximo movimiento será comerte lo que tienes entre la nariz y la barbilla.

— Adelante, tienes todo mi consentimiento.

Emma lo besó y pensó que iba a tener el control, pero no. Sirius tomó el control de eso y acabo haciendo lo que él quiso.

— Eres idiota, Sirius Black.— murmuró Emma mirándole a los ojos mientras sonreía.

— Seguro no piensas eso cuando te beso, Emma.— lo dijo en un tono tan ronco que Emma sintió que se le bajó la tensión.

Efímero #1Where stories live. Discover now