Capitulo 6. Dafne y Ann

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—Creo que Bel exagera demasiado. ¿Y a ti porque te cuenta tantas cosas? Cuando yo le pregunté por Nora, prácticamente me mando a la mierda. ―protestó Jose enojado, Evan sonrió y se recostó sobre el sofá con los brazos detrás de la nuca.

—Eso es porque yo le caigo bien y le doy confianza, tú problema es que te has vuelto un poco antisocial con todo este tema de Nora. ―su amigo se puso en pie de un salto y se dirigió a la cocina. ―¡¿Quieres comer ya?!

Jose se levantó y se dirigió a la cocina. Como era de esperarse la comida ya estaba lista y sólo había que meterla en el microondas; seguramente antes de llegar él la cocinera que elaboraba la comida se había marchado. La vida de su amigo no estaba nada mal, a pesar de que sus padres estaban divorciados él era feliz y claramente había salido ganando al quedarse su padre con la custodia.

— Sí, tengo hambre ¿y tu padre? ―preguntó Jose, Evan metió los platos de comida en el microondas.

— Está en un viaje de negocios, por cierto ¿cómo te enteraste de cómo empezó la pelea? ―preguntó con curiosidad su amigo

— Estaba presente cuando Nora se lo contó a Matt. ―Evan abrió la boca sorprendido y levantó las cejas. Jose sacó los platos del microondas y caminó hacia el salón con ellos en la mano.

—¿Qué hacías con ellos? ¡¿Y cuándo pensabas contármelo?!

—Cuando nos separamos trepe a una caseta para poder buscaros mejor, pero mientras estaba ahí vi a Nora, así que fui hasta ella y la obligué a salir de la feria a pesar de que ella insistía en ir a buscar a Matt y Sonia. Al final conseguimos salir de allí y en una de las calles contiguas nos encontramos con Matt. ―explicó Jose empezando a comer, pero Evan le quitó el tenedor de la mano y lo señaló con él.

—¿Y? ¿Conseguiste mejorar tú relación con ella? ―Jose le arrebató el tenedor y le dio un bocado a su comida. ―Entenderé eso como un no. Pero tranquilo, he alquilado unas cuantas películas que pueden ayudarte.

—¿En serio?―preguntó Jose con incredulidad, Evan asintió satisfecho y comenzó a comer sin decir nada más.

Mataría a Evan, de verás que lo haría. ¿En qué momento de enajenamiento mental creyó que esas películas le ayudarían? Bostezó por tercera vez, cada vez le costaba más mantenerse despierto; miró hacia Evan y vio como su amigo estrujaba uno de los cojines entre sus manos. ¿Cuándo fue que Evan había perdido toda su testosterona y le había bajado la regla? El próximo día él elegiría la actividad que iban a hacer, Evan no volvería a tomar una decisión respecto al ocio en lo que le quedaba de vida.

Por ahora había visto Alguien como tú, Diez razones para odiarte, Cómo perder a un chico en diez días y estaban inmersos en No puedes comprar mi amor, ¿en qué se suponía que le iban a ayudar esas películas?  No eran más que las típicas películas estadounidenses en las que en la mayoría de ellas el chico hacía una apuesta y al final acababa enamorado de la chica. Había captado la indirecta que su amigo le lanzaba en la primera película así que no hacía falta seguir viendo las demás, pero al parecer estaba con el síndrome premenstrual masculino y se empeñó en ver el resto.

—Me voy a mi casa. ―Jose se puso en pie y se estiró, Evan puso en pause la película y lo miró.

— Si aún no ha terminado.

—Ellos dos acaban juntos, ese es el final. ―dijo Jose, Evan se encogió de hombros. ―Sé porque me has puesto estas películas. No voy a enamorarme de Nora, ya te lo dije.

Evan sonrió de medio lado.

—La probabilidad está en tu contra, como has podido ver.―dijo Evan señalando con el mando la tele.

Tienes que ser tú (TQST Libro #1)© [EN LIBRERIAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora