💕CAPITULO 39💕

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Ni bien había terminado de decir eso, arrojo a Xiao Zhan de vuelta al asiento, tomo el volante y pisó el acelerador. Los neumáticos emitieron un fuerte chirrido, el auto salió disparado como una flecha.

Tan pronto como hicieron eso, una docena de personas que habían estado mezcladas con la multitud salieron de sus escondites, corrieron y se montaron en motocicletas y automóviles para perseguirlo.

Xiao Zhan estaba atónito, miró al grupo de personas que los perseguía y frunció las cejas.

— ¡¿Qué sucede?! ¿Quiénes son?

— No lo sé. De todos modos, debe estar dirigido a nosotros. No tengas miedo, me desharé de ellos.

El pedal del acelerador fue pisado por Yibo hasta el final, el viejo auto se precipitó violentamente hacia adelante. Muchos de los caminos están desérticos.

Xiao Zhan seguía sin terminar de entender. Justo hacía unas horas se habían estado riendo y hablando, habían ido a comprar sus semillas y sus plantas.

«¿Cómo se volvió todo así?»

Agarró con fuerza la manija de la puerta del auto y respiró hondo para calmarse

— ¿Puedes saber quiénes son? ¿Podría ser que Xiao WenHan sepa que sigo con vida y mando a alguien a matarme?

Tan pronto como esas palabras fueron dichas, una motocicleta aceleró, sacó una barra de hierro y golpeó la ventana, Yibo giró el volante, el auto giró repentinamente 180 grados, se metió en un callejón y dejó a esas personas atrás.

Levantó las comisuras de la boca y sonrió, sus ojos entrecerrados brillaban en la noche oscura, eran como los de un leopardo sediento de sangre

— No son simples guardaespaldas de la familia Xiao, parece que son profesionales. Tal vez quieran secuestrarte por ser mi esposa.

— ¡¿Todavía tienes tiempo de decir tonterías?!

Xiao Zhan le gritó, el auto detrás de ellos los golpeo. Wang Yibo había provocado eso, el conductor no tuvo tiempo de reaccionar, el auto se dirigió a otra dirección llevándose con él a varias motos.

— ¡Buen trabajo!

Silbó Yibo y apretó el acelerador

— No importa de dónde vengan, hay que deshacernos de ellos. Están afectando nuestra luna de miel.

Siguió conduciendo y se dirigió a una carretera en la montaña. El coche que los perseguía también los siguió cuesta arriba, de repente, Yibo giró bruscamente hacia el sendero, llegó a una carretera de asfalto y golpeó al coche que venía detrás de ellos.

Xiao Zhan estaba mareado y apretó sus manos con fuerza para estabilizar su cuerpo.

— Joder, ¿qué es todo esto? ¡¿Puedes encontrarte con este tipo de cosas cuando viajas?! Parece una película de policías.

— ¿Olvidaste lo que hice? Quizás vinieron por mí.

Yibo se divirtió con él y giró la cabeza para jugarle una mala pasada.

En ese momento, un sedán negro apareció repentinamente frente a ellos. La ventana trasera del auto bajo y reveló a una figura que Xiao Zhan nunca olvidaría.

— ¡Li Bowen! ¡Li Bowen del distrito tres!

Wang Yibo giró la cabeza abruptamente y vio la gran cabeza calva brillante. En este momento, estaba realmente seguro de que este asunto estaba dirigido a él.

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