Nunca deje de pensar en ti

CAPITULO 5

Jueves 24 de septiembre de 1997

A la edad de 65 años Taehyung decidió llamar por teléfono a Verónica y decirle cómo se encontraba ya que desde su separación de divorcio hace 10 años no había tenido la oportunidad de hablar con ella, por lo que ella se alegró de que le llamara y le mencionó que se encontraba bien y que no se preocupara por sus hijos ya que eran decididos y fuertes en carácter, también siguieron hablando de otros temas, antes de que terminara la llamada entre los dos, Verónica le agradeció de nuevo diciendo:

-Muchas gracias Taehyung por hacerte cargo de los niños, a pesar de que en realidad querías estar con Jungkook, yo sé que en realidad la situación de ese entonces se complicó entre todos , pero en realidad no tengo palabras para mostrar mi agradecimiento con Jungkook ya que él igual hizo un sacrificio por dejar que fueras un excelente padre para Joan y sé que tú siempre lo amarás y él a ti porque un amor como el de ustedes jamás se repetirá-.

Taehyung se escuchaba del otro lado de la línea llorando y la interrumpió

-Verónica ¿te puedo pedir un favor?

-claro que si, que pasa Taehyung 

-Hace 30 años atrás le escribí una carta a Jungkook y me gustaría que se la dieras, porque yo siento que no podré, ¿me puedes prometer que se la darás?

-por supuesto que sí, suenas raro Taehyung

-Tienes razón en una cosa Verónica, siempre amaré a Jungkook, nunca deje de hacerlo y todavía lo amo... pero sé que él ahora es muy feliz dónde quiera que se encuentre, pensé que con el tiempo lo olvidaría, pero nunca fue así, siempre lo recuerdo, dile a nuestros hijos que los amo, hasta pronto Verónica.

-si yo les digo doy tu mensaje, hasta pronto Taehyung.

Al terminar la llamada Taehyung se dirigió a poner música de Elvis Presley en su tocadiscos, mientras se recostaba en su cama pensaba en Jungkook, sintiendo que la música se hacía cada vez más profunda en sus pensamientos mientras lo recordaba junto a él , recordando como le había contado que sería su boda esa última vez que se entregaron por completo, Tae cerró los ojos y se imaginó que Jungkook se vería tan hermoso mientras se dirigiera hacia el altar y él lo espería con lágrimas en sus ojos, mientras después bailarían bajo la luz de la luna, sintiendo como Jungkook rozaría sus labios junto con los de él, para después ver sus ojos marrones con ese brillo que le transmitía calidez, su amor los envolvería por siempre.

Taehyung con una sonrisa en la cara dejó escapar un pensamiento en voz alta 

 -Te amaré por siempre Jungkook.

A la mañana siguiente Verónica llegó a la cabaña, ya que desde su última llamada con Taehyung se había escuchado raro y quería verlo, al entrar se dirigió hacia la parte de atrás pensaba que estaría en su estudio leyendo el periódico como siempre lo hacía todas las mañanas , al no encontrarlo se dirigió hacia su habitación pensaba que era demasiado tarde para que estuviera aún durmiendo, al abrir la puerta observó que se encontraba acostado con una sonrisa en su rostro, se acercó a él para despertarlo pero este ya no respondió por lo que ella sostuvo su cuerpo y empezó a llorar ya que Taehyung estaba muerto.

Veronica  hizo arreglos del velorio y pensó en Jungkook y que tenía el derecho de saber qué Taehyung había fallecido, por lo que se apresuró a investigar sus datos y mandarle una carta contándole de su muerte.

El día del entierro, Verónica observó a lo lejos a un hombre de 61 años bajar de un auto con un abrigo negro que venía solo, era Jungkook ya que no había cambiado mucho su aspecto a pesar de estar más maduro, se acercó a él y juntos tomados de las manos lloraron al dirigir su vista en el ataúd de Taehyung que en la lápida decía 1932-1997,por consiguiente Verónica tenía la carta que Taehyung le había hecho a Jungkook y se la entrego explicándole que él le había encargado eso ya que él no iba a poder, Jungkook apretó la carta con fuerza viendo la lápida de su amado, al pasar las horas se alejó del lugar y decidió sentarse en un banco mientras miraba el río donde se llegó a sentar con Taehyung y prosiguió abrir la carta.

Moonflower: 

                                                                                  FIN