Bizarre [JaeYong]

c i n c u e n t a

Esperaron un par de minutos más y vieron a YoonOh acercarse con una sonrisa. El de hoyuelos saludó primero a los Seo, estrechando sus manos y dándoles un corto abrazo, después, siguió con los pequeños, chocando los puños con XiaoJun y recibiendo un abrazo de Jeno.

—Hola —sonrió de manera boba frente a su novio y depositó un corto, pero dulce beso sobre sus labios. Rodeó su cintura y lo pegó a él—. Feliz cumpleaños, otra vez —rio bajito.

TaeYong rodeó sus hombros y suspiró como si se sintiera tan aliviado al tenerlo tan cerca.

—Gracias —susurró cerca de su oído y lentamente se alejó de él.

Luego de un pequeño intercambio de miradas entre todos, entraron al restaurante y fue cuestión de minutos para que todos tuvieran su comida frente a ellos y comenzaran a comer.

La cena fue bastante amena, la comida estaba deliciosa, el ambiente del restaurante era tranquilo, lo cual era perfecto para el gusto de TaeYong, ya que podían hablar con calma. Jeno comentó que extrañaba ir a sus clases de taekwando y su padre le prometió que pronto volvería, de igual manera le dijo a XiaoJun que si quería asistir a sus clases de dibujo, lo llevaría.

—Si quieres tú también podrías volver a tus clases de cocina... —YoonOh llamó su atención y él solo se encogió de hombros con una sonrisa.

Cuando el mesero se acercó a recoger los platos y los pequeños insistieron en pedir postre, YoonOh se levantó con la excusa de ir al baño solo para preguntarle al gerente del lugar si podía llevar una rebanada de pastel para TaeYong. El hombre de inmediato le dijo que sí y luego de acordar que lo llevarían cuando todos los demás tuvieran su platillo, volvió a su lugar.

—Todavía no te traen tu postre, papi —Jeno miró triste en su dirección—. ¿Quieres del mío? —inclinó un poco su pastel de chocolate.

—Gracias, mi vida, pero esperaré. No te preocupes —esbozó una sonrisa que pronto se convirtió en una boca levemente abierta al ver cómo un par de meseros se acercaban a él con un pastel en sus manos y cantando "feliz cumpleaños".

Todos en la mesa, e incluso algunos comensales se unieron a la famosa canción y él no pudo contenerse, provocando que un par de lágrimas resbalaran por sus mejillas. Limpió su rostro con el dorso de su mano y les agradeció a los chicos que hicieron una pequeña reverencia antes de retirarse. Luego de descubrir que su novio había sido el de la idea, acarició su mano por encima de la mesa y musitó un: "gracias, mi amor".

—No tienes nada que agradecer —sonrió ampliamente—. Te mereces esto y más... Pide un deseo.

—Ya tengo todo lo que siempre he querido... —cerró los ojos y sopló la velita deseando que todo siguiera marchando bien en su vida.

YoonOh buscó en el bolsillo derecho de su abrigo y le dio una cajita azul cielo atada con un moño blanco.

—Espero que te guste...

TaeYong tomó la pequeña caja y al abrirla no pudo evitar que su rostro se coloreara se un leve rojo, ya que se trataba de un brazalete muy parecido al que YoonOh le dió en navidad, aquel que perdió cuando cayó de la colina.

—No, YoonOh...

—Sí, TaeYong —rio.

—No merezco algo así luego de haber perdido el otro.