Lauren gastó una fortuna en ropita, juguetes y demás cosas para su sobrina en las tiendas y boutiques de la zona. Cuando llegó la hora de darle de comer a Georgia, Lauren sugirió que fueran a una cafetería que fuese tranquila, donde Camila pudiese dar de comer a la niña y ellas pudieran tomar un café y comer algo. Camila hubiese querido no tener tanta hambre y así haber podido decir que no, pero no había desayunado y necesitaba comer algo.
Pronto estuvieron sentadas en una cafetería. Cuando Camila se disponía a darle el biberón a Georgia, se dio cuenta de que Lauren la estaba mirando.
-¿Te gustaría darle de comer? -Le preguntó Camila casi rogando a que Lauren se negara.
-Claro, ¿por qué no? -Respondió Lauren después de un momento de silencio para la desilusión de Camila.
Cuando le hubo pasado a la niña, Camila se enterneció mirando la escena del tío dándole de comer a su sobrina. Sabía que para los italianos la familia era muy importante y que los hijos lo eran aún más. Pero aquello de casarse con alguien a quién no se quiere sólo porque es la supuesta madre de una sobrina le parecía demasiado. Pensó que tal vez Lauren, en un futuro, anularía el matrimonio e intentaría quedarse con la custodia de Georgia, cosa que fácilmente conseguiría cuando se demostrara su verdadera identidad.
No podía dejar de pensar en lo mismo una y otra vez. Este pensamiento le quitó el hambre y apartó el menú.
-¿No tienes hambre?-Inquirió Lauren mientras sus miradas se encontraron.
-Sólo tomaré café solo-Suspiró Camila, apartando su mirada de ella.
La camarera se acercó y tomó nota mientras miraba a Georgia con ternura.
-¿Cuánto tiempo tiene? -Curioseó con una sonrisa.
-Cuatro meses-Respondió Camila.
-Se parece a usted-Admitió la camarera sonriendo, mirando a Lauren y a la niña.
Camila estuvo a punto de decir que ella no la madre de la niña, pero lo pensó mejor.
-Sí -Afirmó Camila, sorprendida de no haberse dado cuenta antes del parecido.
Efectivamente, Georgia tenía un aire a Lauren, en el tono aceitunado de su piel, los ojos verdosos y aquel sedoso pelo negro. Pero también veía que tenía cosas de Nadia y de ella, como la boca y la nariz.
Camila observó cómo Lauren colocaba a Georgia en su hombro y le daba palmaditas en la espalda, con tal destreza que parecía que lo hubiera hecho cientos de veces.
-¿Has pensado en tener tus propios hijos? -Indagó Camila con curiosidad.
-No -Negó secamente colocando a Georgia en su otro hombro-No tengo planes de casarme y crear una familia.
-¿Fue idea de tu padre que nos casáramos? -Frunció el ceño confundida.
-¿Por qué dices eso? -Preguntó Lauren ladeando la cabeza, mirándola fijamente.
-Yo... -Balbuceó Camila, tratando de evitar la mirada de Lauren-Supongo que es un presentimiento. He oído que los italianos le dan mucha importancia a los niños.
-Supongo que por eso mandaste aquella carta, para presionar un poco a mi padre-Gruñó acercándose a Camila-¿Te planteaste alguna vez el daño que le estabas haciendo?
-No -Negó Camila, alzando su mirada hacia Lauren-Fue muy insensible por mi parte. Lo siento.
Aquella contestación pareció sorprender a Lauren, ya que por lo que tenía entendido, Nadia nunca se disculpaba.
-Algunas veces no es suficiente con decir lo siento -El tono despectivo de Lauren empezó a incomodar aún más a Camila, quien esperaba que ya acabara el día para poderse ir a su casa finalmente-Cuando el daño está hecho, no se puede reparar.
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Soy otra mujer
FanfictionLa alocada hermana gemela de Camila se había quedado embarazada para atrapar a un rico playboy. Pero su amante murió repentinamente, y dejó a Camila al cuidado del bebé. Ahora Lauren Jauregui quiere recuperar a la hija de su hermano. Y la preciosism...
Capitulo 5
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