PREFACIO

132 19 5
                                    

Parece curioso como algo tan pequeño como el ego puede llegar a crecer tanto. Todos lo hemos sentido alguna vez y no estoy loco. Todos hemos sentido esa pequeña punzada envenenada en nuestras entrañas y como poco a poco se ha ido haciendo más y más grande, sin oportunidad de parar. Es como cuando comienzas a consumir drogas o a tomar alcohol, al principio parece inofensivo y luego algo que te puede matar y lo hará con el paso del tiempo, te hace sentir bien y te obliga a seguir haciéndolo.

- Ángelo... dime que está todavía respirando... - mi hermano Luka se movía de un lado para otro de la habitación de nuestro padre. 

- No respira - ya era la tercera vez que le comprobaba el pulso. Es decir, tenía la certeza de que ese hijo de puta no se volvería  a levantar.

- Dios santo... 

- No nombres a Dios hermano... esto es obra del diablo.

_____________________________________________________________________________

Buenos días, muchas gracias por leer la historia espero que os guste. :)


CONDENADOS: El príncipe Oscuro (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora