Capítulo Único

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Dedicado a haruaoiakabane123

Caminaba tranquilamente por la calle principal de la ciudad. Cargaba unas bolsas en mano, con las compras que recientemente había empezado, considerando las fechas. No era fanático de dejar las cosas para la última hora, sin embargo, el exceso de papeleo sobre su escritorio apenas le había dado chance de salir a por los arreglos que hacían falta en la lista para la cena de navidad.

Afuera, el frío azotaba con crueldad absoluta a los peatones que, así como él, realizaban sus debidas actividades. Las fachadas de los edificios estaban cubiertas de escarcha blanca que contrastaba ligeramente con las luces de decoración en los puestos, llamando la atención de los clientes.

Suspiró, el vapor salió disparado de sus labios arremolinándose a su alrededor con una espesura propia, que poco a poco se iba disipando por el viento.

Días como aquellos le traían cierta nostalgia, cuando a su lado caminaba siempre alguien más.

Frenó sus pasos en seco, acercándose al escaparate de alguna tienda cerca de ahí, para observar las exhibiciones en atuendo para hombre. Algunos abrigos, incluso había una linda gabardina negra que, quizá, se le vería muy bien puesta. Pensó, que si trabajaba un poco más duro, tal vez le alcanzaría para comprarla. Pero por el momento debería desistir de sus deseos para llegar a tiempo a casa y hacer la cena.

Con suerte hasta la podría recibir por Navidad, o quién sabe.

—No te lo pienses mucho—repuso una voz, de una presencia que apenas notaba. El sonido lo sobresaltó, y giró su cabeza levemente para observar al chico a su costado, dueño de aquella melodía tan familiar; el cuerpo entero se le paralizó por un segundo—, en mi opinión, deberías comprarlo. Te llevarías muchos elogios con él.

—No es para presumir, Free—respondió, como pudo. El simple hecho de mencionar aquel nombre le hizo sentir cosquillas en el estómago como en sus números ayeres.

El rubio le sonrió. Parecía contento de verlo, aunque Shu no podía distinguir si su expresión era de felicidad o de tristeza.

No le tomó importancia, y volvió a mirar el abrigo con toda la atención que alguien que se reencuentra con el amor de su vida le puede prestar.

—¿Qué haces aquí?—inquirió Shu después de un rato en silencio, tan solo escuchando al fondo las conversaciones de agentes ajenos a ellos y las pisadas de los que pasaban a sus espaldas.

—Estaba de paso…—respondió de la Hoya con desinterés—, creí que sería de buena suerte—añadió, dedicándole una sonrisa un poco más… diferente. Una que exaltó los nervios en el albino, y le contagió el gesto, de cierto modo.

—Ya veo—rió. Pero tal vez fue más por la necesidad de controlarse a sí mismo que nada, como si todas sus neuronas se desconectarán por un momento, sin darle chance a pensar con la claridad y racionalidad de siempre.

El tiempo a su alrededor seguía avanzando, lo sentían tan presente. El silencio se había repetido, sin embargo, Free aún no abandonaba la escena, y sus esperanzas por qué lo hiciera pronto morían cada vez más, sobre todo ahora cuando los transeúntes los brincaban para poder pasar.

—Insisto en que deberías llevarla—habló Free de nuevo, como una forma patética de romper el hielo, manteniendo la vista fija en el cristal del exhibidor, y en lo que había del otro lado de éste—, resalta tu figura, el negro siempre se te ha visto bien… bueno, todo se ve bien en tí, de hecho.

Shu le sonrió, antes de volver su mirada carmesí a su persona, ignorando o tratando de ignorar su comentario.

—¿Estás siendo amable conmigo?—le preguntó, buscando sus ojos, sin reprimir un escalofrío al encontrarse con el vacío de estos, aquel en el que se perdía tantas veces como ahora, en el pasado.

—Estoy siendo honesto, es muy diferente, Shu—corrigió—. Por cierto, ¿Ibas a algún lado?

—Oh, mierda, es cierto—Shu se abofeteó mentalmente al recordar sus obligaciones, la razón por la que había salido a comprar en una noche tan fría el 24 de diciembre.

Free parpadeó sin entender el motivo de su comportamiento, en un inicio. Segundos después, pareció haberlo comprendido puesto que hasta formó una mueca desinteresada y ladeó la cabeza en otra dirección—. ¿Vas a cenar?

—Sí. Se supone que debería estar en casa haciendo eso precisamente… Ya sabes, es Navidad, y Lane vendrá a pasar las fiestas conmigo junto a algunos amigos—explicó, mirando las bolsas en sus manos. Ciertamente no tenía idea de porqué le decía aquello, quizá l a razón estaba en que no deseaba irse aún.

—Ya veo—repitió Free, soltando un suspiro… ¿Decepcionado? Para Shu nunca fue fácil comprender lo que pudiera pensar, incluso después de años de conocerse. Cuando eso pasaba, lo único que podía hacer era formular sus propias conclusiones esperando tener suerte e improvisar. Esa misma lógica le llevó a creer que quizá Free tenía los mismos deseos que él; tampoco quería que la despedida llegará.

No ahora, no cuando, después de seis largos años de mantener su distancia, volvían a encontrarse y demostraban más anhelo que nunca.

—Supongo que debes irte…—evidenció el rubio, y para su sorpresa fue el primero en empezar a caminar en la dirección de la que Shu venía.

No, no, no podía permitirlo.

—¡Si quieres…!—habló un poco más fuerte sin querer. Su voz, con un leve tono de desesperación en la misma, pareció convencer a Free de detenerse. Carraspeó la garganta cuando un sonrojo se apoderó drásticamente de sus pómulos, abrazando cuando terreno se presentaba frente a él—, si quieres… puedes venir conmigo—propuso, vacilante, pero sin romper contacto entre su mirada y la espalda del otro.

A lo lejos parecía una escena de película y se maldijo por lo cliché que sonaba aquel pensamiento. Más no podía evitarlo.

—Aún hay cosas que debo hacer… Me vendría bien algo de ayuda—añadió, camuflando sus verdaderos pensamientos con falsas excusas.

Porque de hecho ya tenía hecho la mayoría de las actividades para la nochebuena.

Sintió que caía más nieve que en cualquier otra nevada, sin embargo, al momento de que Free aceptó ir a su lado como antes, el frío del invierno se reemplazó por un calor de antaño tan familiar y reconfortante como en sus recuerdos.

Porque Free estaba de nuevo con él.

La mejor nevada [Free/Shu]Where stories live. Discover now