8. De libros a sonrojos.

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Por Ema Charles

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Por Ema Charles.

Anda por caminos sin rumbos.

Sin ganas de llegar a ninguna parte.

Tan libre que asusta.

Tan valiente que aterra.

Tan ella, que es impredecible, inexorable e inigualable.

A veces se pierde en sus propios deseos. Pero no tarda en encontrarse.

Así de formidable. No. Así de ella.

Alguien quito el libro de mis manos justo cuando iba a poner otra nota y estaba lista para soltar todas las maldiciones que me supiera, o eso, hasta que vi a Asher, pues siendo el mismo Asher.

—¿Qué lees?—. Cerró el libro y sentí que mi corazón se saldría por la furia.

No había puesto separador.

Me lleva la...

En serio lo voy a matar.

—Arboles muertos—. Respondo con una sonrisa que carga exceso de ironía.

—Muy graciosa—. Solté un suspiro y él se sentó a mi lado.

Justo donde podía apoyarse en el gran roble que estaba apartado del edificio donde recibimos las clases. Donde además como yo antes que me interrumpirá, disfrutar la cálida brisa. Lo limpio del alrededor al árbol, y el silencio.

En definitiva, amaba el silencio a la hora de leer.

Uno de los placeres de la vida por supuesto.

—"Por si un día" ¿Es bueno?—. Hecho un vistazo al libro antes de dármelo de nuevo.

Yo miré la portada antes de contestar. Era la ilustración de una chica, con ambos brazos extendido y con miles de flores brotando de su pecho, había de todo tipo, margaritas, girasoles rosas, tulipanes, lirios, podría seguir. Su cabello era en forma de llamas de fuego y tenía una sonrisa de orgullo en lo poco que se veía de su rostro. Me recordaba a un verso de una canción.

You are the man, but I have the power.

—Es una serie de poemas que tratan de contar la historia de una chica que desborda lo que nos falta a la mayoría.

—¿Qué cosa?—. Pregunto curioso

—Amor propio.

—En conclusión... Es bueno—. Dijo él

Sin sarcasmos, observando de nuevo el libro en mis manos, un poco más atento. Como si luego de escucharme le pareciera más interesante.

Cómo que es cierto eso de que el balonazo de hace unos días terminó con la última neurona de su cabeza. Eso explicaría porque me invito además a ese lugar ayer que parecía importante para él.

Las canciones que somosWhere stories live. Discover now