—Pues... —la abrió la sacar las cosas—. Ahora que sé de qué trata, debo cambiar algunas cosas...

El muchacho empezó a voltear el contenido de su maleta, sacando otra vez el cuchillo, una linterna, una caña de pescar, una sombrilla y un gorro.

—¿Y qué exactamente pensabas hacer con una sombrilla? ¿Pensabas volar como Mary Poppins?

—Jaja, muy gracioso...parece que alguien a estado viendo películas —habló con sarcasmo —. Era por si llovía, y el gorro por si hacia sol.

—¿Y la caña de pescar?

—No lo sé, solo agarre todo lo que encontré por la casa. ¿Contento?

—No, pero sí preocupado de que te volvieras loco —sonrió Wang Yibo.

—Bien, es momento de irnos. Sólo llevaré la linterna y el cuchillo.

Wang Yibo invocó el libro y ambos muchachos saltaron dentro, entrando a una de las últimas tres historias y posiblemente de las más peligrosas.











🌸🌸🌸🦁🐇🌸🌸🌸












—Que sombrío...

Xiao Zhan paseo su mirada por los alrededores, observando el bosque oscuro de árboles muertos y plantas que Lucian aterradoras. La tierra era negra, y el cielo igual. A lo lejos, un pueblo pequeño sobresalía por linternas encendidas con muy poca luz, y las puertas de las casas completamente cerradas.

Caminaron despacio para evitar hacer algún ruido, teniendo cuidado de las raíces que salían de la tierra, cuyo movimiento parecía capaz de atraparlos en cualquier momento.

Sin duda, sería difícil encontrar a su hermana, puesto que nadie salía de sus casas y seguramente nadie les abriría la puerta a dos extraños.

Xiao Zhan siguió su andar sin alejarse del otro, hasta que piso por casualidad algo suave. Tembló imaginando todo tipo de cosas, y cuando bajo la mirada al suelo, se dió con una muñeca de trapo, de cabello trenzado color marrón y un vestido rojo. Sus ojos brillaron al verla, le parecía tan familiar que incluso escuchaba la voz de una niña hablando sobre la muñeca y como su madre la había cocido especialmente para ella.

Cogió la muñeca y la reviso con cautela, viendo cada detalle y reconociendo por completo.

—¿Qué haces? —cuestionó Wang Yibo al ver que se había detenido.

—Esta muñeca...se me hace tan conocida... ¿Habrá sido de mi hermana?

El castaño tuvo que contener su sonrisa, conocía a Yanli desde hace muchos años, precisamente desde que conoció a Zhan aquel extraño encuentro en que lo marco sin saber quién era. Y Yanli siempre contaba que jamás había tenido, ni tendría una muñeca, que eran sólo para los humanos.

Entonces... ¿De quién era?

Rápidamente reaccionó quitándole la muñeca y lo miro por si sus ojos eran dorados o algo había cambiado en él. Esa muñeca era de una humana, y si no se equivocaba, habían tenido la mala suerte de entrar a la historia donde "ella" estaba.

—Debemos irnos, no creo que tu hermana este aquí.

—No podemos solo irnos y ya, podría estar aquí sufriendo una pesadilla o algo semejante. No me iré —le volvió a quitar la muñeca —¿Cuál es tu problema?

TE ENCONTRARÉ Where stories live. Discover now