3-TORMENTO

697 146 48
                                    


—Quedate quieto —instó Wang Yibo en voz baja.

Xiao Zhan tragó en seco, no sólo podía ver a la extraña y aterradora criatura entrar en aquella edificación, sino también sentía la respiración del muchacho sobre él, y como su corazón latía de prisa y su respiración se agitaba.

—Querias ver a un Draug, ya lo viste. ¿Aún quieres una foto con él? —bufó el castaño al notar su estado.

—Sí, aunque sea una. —sonrió Xiao Zhan.

—Estas loco.

—Y tú estás pesado —gruñó el azabache empujando un poco con su mano el pecho del contrario—. Quítate.

—¿Porqué estás nervioso? Tus mejillas se están sonrojando conejito...—acercó su rostro.

—Por supuesto que estoy nervioso, acabo de ver a una criatura terrorífica, además de que un desvergonzado está sobre mi. Quítate Wang Yibo.

—No quiero. Me gusta estar sobre ti —pestañeó en broma.

—¿Qué rayos significa eso?

Wang Yibo sabía que debía seguir el plan tal cual estaba escrito, pero coquetear y poner nervioso al azabache era algo que siempre le gustó hacer. Xiao Zhan era demasiado nervioso, y cuando él trataba de acercarse solía sonrojarse y estar a la defensiva.

—Solo te estoy molestando —se apartó y le extendió la mano—. Levántate.

El menor suspiró y acepto su ayuda, levantándose del suelo y sacudiendo su ropa del pasto.

—Aun tienes un poco—lo giro el castaño—. Déjame sacudirte.

Wang Yibo sacudió su espalda, y bajo sus manos más abajo de las caderas dándole una una palmada.

—¡Ah! ¡Oye! —saltó el azabache avergonzado.

—Te dije que tenías pasto.

—No te creo pervertido, lo hiciste a propósito.

Un gruñido alto se escuchó salir desde aquel lugar, y ambos compartieron una última mirada antes de empezar a avanzar escondiéndose entre los árboles y lápidas, hasta llegar a la puerta de la casa del Draug.

El castaño le hizo un señal para que se inclinara sobre la ventana, y ambos se apoyaron sobre el muro para ver el interior de la casa. Era un lugar alumbrado por velas, que tenía algunos restos de esqueletos apilados a una esquina y una gran olla del otro lado descansando sobre el fuego. Y en la parte superior, dos jaulas negras colgaban, una vacía y la otra tenía a una muchacha inconsciente de largo cabello negro.

—¿Qué rayos estás haciendo? —cuestionó Wang Yibo al ver cómo el azabache jugaba con la cámara de su celular para sacar un buen ángulo.

—Tomo una foto.

—Nos va a descubrir, guarda eso conejo malcriado —susurro enojado.

—Guarya eshoo coneyo malcliado...

—Zhan, hablo enserio.

—No tiene flash, no se dará cuenta a menos que tú sigas haciendo ruido —instó Xiao Zhan antes de sonreír emocionado—. Espera, eso es.

—¿Qué?

—Los Draug detestan la luz del sol, puedo usar el flash de mi cámara para cegarlo y ayudar a escapar a la muchacha.

—Zhan, primero debemos saber si se trata de tu hermana —le quitó el celular—. Sino es ella debemos irnos.

—¿Bromeas? No la voy a dejar allí para que se la coma ese monstruo. —frunció el ceño enojado.

TE ENCONTRARÉ Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang