Capítulo X

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Newt había llegado al famoso mercado negro de kaijus, mientras sostenía la tarjeta roja que el mariscal le había entregado. Después de tanto buscar finalmente dio con el lugar, así que sin más entro.

—¿Buscas algo de polvo de hueso de kaiju?—. Le preguntó el hombre que estaba en el mostrador.

—¿Polvo de hueso?—. Pregunto extrañado. —No, ¿para qué querría eso?

—Más fuerza, yo lo tomo.

—Ya veo. No gracias. De hecho busco a Hannibal Chau—. Dijo Newt mientras le mostraba la tarjeta roja.

Aquel hombre le hizo unas señas a otro que se encontraba en la puerta, para que cerrara con seguro.

—Venga conmigo.

Lo obligó a que lo siguiera y en uno de los estantes de la pared parece que apretó un botón porque enseguida la pared se movió dando paso a una habitación secreta.

Newton se maravilló con lo que veía en esa habitación. Había restos de kaiju, restos con los que era imposible trabajar ya que conseguirlo era casi un milagro.

—¿Acaso eso es un parásito de la piel de un kaiju? Nunca había visto uno vivo—. Dijo emocionado. —Generalmente muere cuando el kaiju cae. Creí que no podían mantenerse vivos.

—Se puede solo si lo remojas en amoniaco—. Dijo un hombre a sus espaldas

Newt al girarse vio a un hombre con cabellera blanca, bien vestido y con lentes negros.

—¿Qué quieres?—. Preguntó aquel hombre.

—Busco a Hannibal Chau, me dijeron que estaba aquí—. Dijo mientras enseñaba nuevamente la tarjeta.

—¿Quién te envía?

—No puedo decirle

En un movimiento rápido el hombre sacó una navaja y la puso en la nariz de Newt, provocando una herida.

—¡Me envió Stacker Pentecost!

Después de escuchar el nombre, Hannibal quitó su navaja.

—Me imagino que tú eres Hannibal Chau ¿verdad?—. Preguntó Newt mientras sujetaba su nariz.

—¿Te gusta el nombre? Lo tomé de mi personaje histórico favorito y de mi segundo restaurante favorito de Brooklyn. Ahora dime lo que quieres.

(...)

Las alarmas del complejo comenzaron a sonar y la IA comenzó a alertar de dos presencias saliendo del abismo.

Así que llamaron a todo el personal a una reunión de emergencia en la sala de control.

Raleigh y Keira llegaron juntos hasta enfrente para colocarse con del resto de los pilotos, mientras que Tendo seguía explicando la situación.

—El abismo de abrió a las 23:00 horas, hay dos presencias y ambas son categoría 4, nombres clave Otachi y Gran espalda. Llegarán a Hong Kong en una hora.

—Evacuen la ciudad, cierren los puentes. Quiero a todos los civiles en refugios ahora—. Ordenó Pentecost. —Crimson Typhoon y Cherno Alpha, los quiero al frente en el muelle, en aguas poco profundas. Staker, los quiero a sus espaldas cuidando la costa. No podemos perderlos así que enfréntenlos como última opción.

—Sí señor—. Contestaron padre e hijo.

—Y ustedes—. Dijo mirando a Raleigh y Keira. —No se muevan.

A lo que ellos solo se miraron con cierta decepción e impotencia, pero ordenes son órdenes y no podrían desobedecer.

—¡Adelante!—. Ordenó el mariscal, a lo que todo el mundo comenzó a irse y tomar posiciones.

Los pilotos se alistaron y una vez listos subieron a sus jaeger y salieron directo a Hong Kong.

—Control, Straker está listo para entrar en acción—. Dijo Chuck a través del transmisor

Control, nos acercamos a la posición, esperamos instrucciones.—Ahora fue el padre quien habló.

—Quédense en el agua y peleen a discreción—. Hablo Pentecost. —Escuchen, abran bien los ojos, estos categoría 4 son los más grandes que hemos visto en tamaño y peso.

Cherno alpha, arribando a la zona. Iniciando la liberación. Cherno alpha en posición, protegiendo la costa.

(...)

—Entonces dime ¿qué es lo que quieres?—. Pregunto Hannibal a Newton

—Necesito acceso a un cerebro de kaiju completamente intacto.

—No, no, no. La capa exterior es tan gruesa que para cuando llegas...

—Ya sé, el cerebro se pudre, pero me refiero al segundo cerebro. Ambos sabemos que los kaijus son tan grandes que usan dos cerebros para moverse, como los dinosaurios. Necesito tener eso.

—¡Para qué demonios quieres un cerebro secundario! Todas las partes de un kaiju se venden, cartílago, bazo, hígado. Pero el cerebro, demasiado amoniaco. ¿Qué planeas hacer con él?

—Eso es información clasificada, no puedo decírtelo aunque quisiera. Pero es algo estupendo

Ante un momento de silencio, Newt no lo soportó más y volvió a hablar.

—Está bien, te diré. Descubrí cómo enlazar con un kaiju.

—¿Es una broma?

—Es increíble cómo funcionan sus mentes, todos y cada uno están conectados mentalmente, como si fuera una especie de colmena.

Hannibal lo miró fijamente así que se fue acercando más a Newt hasta que lo tomó del rostro para ver más de cerca su ojo.

—Por Dios. ¿En verdad lo hiciste?

—Lo hice un poco, sí.

La alarma comenzó a sonar por toda la ciudad, alertando que un peligro se acercaba.

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Maratón 1/3

Titanes del Pacífico || Pacific RimWhere stories live. Discover now