Japón y Bolivia Siguieron caminando por la plaza, hasta que Japón sugirió ir a comer a un restaurante de buena reputación
Japón: Chīsai he escuchado de la inauguración de un nuevo complejo que según sus rumores parece ser un buen restaurant por la lista de sus cheffs que trabajan... Te gustaría ir?
Bolivia: tú eres quien me invita, asi que el lugar que escojas estará bien~
Japón: acompáñame entonces *tomar la mano de Bolivia*
>Narradora< Cuando Japón tomo la mano de Bolivia, se puso a correr como un niño pequeño lleno de alegría con dirección al mencionado restaurant, entre risas de felicidad.
Bolivia: eso fue divertido pero cansador *reir delicadamente*
Japón: hace tiempo que no me divertía tanto *detenerse* Ya llegamos, qué te parece?
Bolivia: es muy bonito
Japón: entramos? Ya tengo reservaciones
Bolivia: acaso este lugar no era una venta de alimentos veganos? Ayer por la mañana lo vi ...
Japón: talvez viste mal *intranquilo*
Bolivia: no lo creo*pensativo*
Japón: talvez alguien compro el edificio e hizo que este restaurant se realizará en poco tiempo para impresionar a alguien *hablar atropelladamente* Que se yo, cosa de millonarios *nervioso* Entramos? *Evadir cuestionables*
Bolivia: si... *Vacilar*
>Narradora< Tanto Bolivia como Japón ingresaron a aquel ambiente, era agradable y reconfortante, a la esquina del lugar un violinista clasificado por la real academia de Bellas Artes en Música tocaba dulces melodías el lugar era sofisticado y elegante, no era muy sobre cargado y delicadamente acogedor.
Japón: te.. gusta?
Bolivia: si, es muy sofisticado y no tan extravagante como otros lugares
Japón: lo sabia!! *Entuciasmado*
Bolivia: estas muy contento?*pequeña sonrisa curiosa*
Japón: qué? Cómo?
Bolivia: lo.. digo por tus orejas*señalar*
*Pues Japón tenia la capacidad de esconder sus esponjosas orejas
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Y mostrarlas cuando él lo quisiera, pero no tenia el control sobre ellas cuando se entusiasmaba (como ahora)*
