—¿Conexiones? —cuestionó Haikuan

—Yanli y Zhan son hermanos, tienen una conexión muy fuerte. Ella tiene el corazón herido por la culpa y por verlo en ese estado —respondió Huaisang rápidamente quitándole el libro a la muchacha—. Sólo Zhan puede hacerla reaccionar, no nos escuchará a nosotros.

—¿Y cómo haremos para que se encuentren?

—El libro. Funciona con magia, y lleva la sangre de Yanli, además de ser parte del trato para que curara a Zhan. Prácticamente él está en un mundo distinto por qué está bajo la influencia de esa misma magia. Usemos eso, que busque a su hermana así.

—Por supuesto que no —se negó Wang Yibo —. Sería demasiado peligroso, no lo expondré a eso

—¿Prefieres que entre a una pesadilla eterna cuando ese poder caiga sobre nosotros?

Wang Yibo bajó la mirada y acarició el cabello del azabache.

—No lo perderé. No puedo perderlo...

—Tenemos un problema— interrumpió Yubin— Si se supone que al saber quién es despertará, ¿Cómo haremos para que busque a Yanli sin que lo sepa?

—Encontraremos la forma, por ahora podemos usar nuestra energía y la magia que desprende este libro para entrar al sueño de Zhan y cuidar de él en el mundo humano —concluyo Ziyi—. El libro irá con nosotros a ese otro mundo, robe algunas raíces mágicas que tenía la bruja. Eso nos servirá para invocarlo. Buscaremos a Yanli y pararemos está locura antes de que sea demasiado tarde.

—No sabemos como será ese otro mundo, y posiblemente seremos ilusión también como él, tendremos recuerdos falsos y nos separaremos. El que lo encuentre primero deberá hacer lo posible para que busque a Yanli, inventen lo que sea...

—Yo lo encontraré primero, su aroma servirá de guía —comentó Wang Yibo.

—No puede recordarnos tampoco o sabrá quién es —dijo Huaisang —. No bajes la guardia ni te acerques mucho, es tu Omega así que se sentirá atraído, pero eso causaría que pierda el equilibrio entre lo real y la ilusión y despierte antes de encontrarla.

—Bien, haré lo posible por controlarme...













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—¡Yibo! —saltó Xiao Zhan al ver al castaño caer al suelo

El azabache trató de nadar hacia él, pero la sirena fue más rápida interponiéndose en medio de ambos y mostrándole los colmillos.

—¡Apártate! —gruñó el azabache mostrándole sus propios colmillos.

La criatura saltó hacia el contrario y uso sus garras para atacarlo, pero el muchacho la esquivo más preocupado por ver a Wang Yibo que por ella, y uso su fuerza para atraparla del torso y empujarla haciéndola caer contra las piedras y causando que se cortara con ellas soltando un chillido de dolor.

La sirena se retorció hasta finalmente soltarse , y giró sobre él colocándose encima y abrió su boca mostrándole una segunda línea de dientes.

—¡Pero que mierda!

Antes de que pudiera morderlo, su cuerpo fue atravesado por el cuchillo, y la sangre se esparció en el agua hasta que la criatura se hizo polvo.

—¿Por qué no usaste el cuchillo? —alzó una ceja Wang Yibo—. Lo dejaste caer al suelo, pudiste haberte lastimado—. Se agachó a su altura observando que sus pupilas estaban más normales, y creyó que seguramente el miedo había hecho desaparecer su posible celo—¿Estás bien? ¿Estás herido?

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