Cadena de Mentiras (#5 Odio a las Chicas)

Capítulo 28

Freissa:

Los chicos van por las bebidas, mientras nosotras nos quedamos en la mesa y desde que ocupamos los asientos es algo incómodo, sobre todo por la mirada amenazante que Dayanne le dedica a Mia, quien está frente a nosotras mientras yo permanezco al lado de mi amiga.

Sin darme cuenta la empiezo a examinar. Es muy guapa.

Mis manos presionan mis rodillas, debajo de la mesa, a su lado, yo...

Otra vez me siento mal...

—Lo siento. —Dayanne mueve las manos frente a nosotras. —Creo que siento una mala vibra entre ustedes y yo.

Intento hablar, pero Dayanne se adelanta.

—¿Por qué? ¿Te sientes culpable por algo?—Mi amiga se cruza de brazos.

—Dayanne.

—¿O una razón para sentirse incomoda? —Continua interrogando a pesar de lo que dije.

—Dayanne. —Vuelvo a mencionar y Mia ríe.

—No se que piensan que hice, pero seguramente no lo hice. —Sonríe.

—Esta bien. —Me vuelvo hacia ella. —El viaje la tiene de mal humor.

Señala a mi amiga. —¿Problema de mujeres?

—No

—Si eso mismo. —Hablo por encima de la voz de mi amiga y esa es la que escucha.

Suspiro y mi mirada se queda sobre ella, su forma relajada de hablar y sus respuestas traen a mi mente a alguien.

Sin darme cuenta estoy sonriendo.

—¿Qué? —Busca saber Mia al ver mi reacción

Niego.

—Conozco a alguien que le agradarías bien.

—¿Así? ¿Y a quien? —Pregunta emocionada.

Mi cabeza piensa en Lumer y antes de poder responder llegan con nuestras bebidas.

—Rápido, todos tomen uno. —Exige Ronald.

Shawn me sonríe y yo a el, todos elevamos nuestros vasos y Ronald vuelve a hablar.

—¡Por el día de hoy y...el próximo primer lugar de Freissa!

—¡Si!

Shawn:

No dejo de mirar a Freissa todo lo que dura la celebración e incluso cuando no estamos conectando miradas acabo sonriendo por lo feliz que se ve.

El corazón me late rápido y mi mente se pierde, quiero retratar cada momento que dure estos últimos días conmigo.

Escucho un silbido y encuentro a Mia haciéndome gestos al lado de Ronald y Matt, ruedo los ojos y ella me insiste a que me lleve a la pista de baile a Freissa, aunque ella luce muy cómoda hablando con Dayanne, pasan varios minutos hasta que encuentro el momento, cuando su amiga se dirige a los servicios.

—¿Bailar? —Pregunta con las mejillas sonrojadas.

—Una vez te dije que te sacaría a bailar ¿Recuerdas?

Como si un foco se encendiera en su cabeza, me asegura que lo recuerda al sonreír, así que la llevo conmigo y le sujeto cerca de mí.

—No se bailar mucho.—Admite.