¿Quién diría que dos mentes totalmente diferentes se podían unir?
Tras ayudar a Sticks a sacar la verdad a la luz, Tails comienza a sentir algo por ella y de alguna forma busca apoyarla en todo para demostrarle que la quiere.
¿Acaso Sticks se dará...
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Tal vez anoche fue el momento más incómodo para el pequeño zorro, esperaba que Sticks estuviera incómoda y que no le volviera a dirigir la palabra, claro, no era eso lo que quería, pero su mente lo convencía de que eso pasaría.
Estaba equivocado.
Tails caminaba de regreso a su casa con una bolsa en la mano, pues regresaba de comprar algunos materiales para sus inventos, pero en el trayendo, la vio a ella, sentada en la orilla de la playa lanzando piedras. A pesar de que su mente lo tenía convencido de que ella no quería verlo, lo hizo, tenía tanta curiosidad de saber que le pasaba, no por chisme, sino porque quería asegurarse de que ella esté bien.
Ehhhho-hola... -Dijo acercándose a ella con timidez-.
Sticks: HolaTails. -Respondió en un tono apagado-.
Tails: Ahhh yo... T-te vi aquí sola y me preguntaba ¿e-estátodobien? Claro, siquierestenertútiempoasolasestábien, mepuedoirparanomolestar.
Sticks: No, porfavor... Supongoquesinecesitoalgodecompañía.