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En el viaje a casa, la señora Wu dijo que le harían unos estudios de la garganta y del cerebro, cosa que le pareció raro y preocupante a Anne.

Eran mejores amigas, conocían todo de la otra, pero nunca hablaron de la mudez de la chica, era un tema que evadían, y Anne no sabía nada.

Marcy seguía distante, pero volvió a sonreír cuando llegó a casa de sus tíos, saludando a una mujer de vestimenta extravagante y a un hombre que parecía bastante más mayor que su esposa.

La hombre se presentó ante Anne como Andrias, y pidió que no lo trataran formal porque lo hacían sentir viejo.

La mujer resultó ser muy parlanchina, y algo en su personalidad le hacía recordar a Eda.

—    Entonces, Anne — dijo la mujer en cierto punto de la cena — ¿Cómo conociste a Marcy?

—    Escuela, somos compañeras de clase — respondió.

—    Annie es muy buena con Marcy — la señora Wu tenía una sonrisa — Siempre le regala cuadernos para que pueda hablar.

Marcy pareció avergonzarse, bajo la cabeza, concentrándose en masticar.

Anne lo notó, pero considerando que estaba distante con ella decidió no hacer nada.

—    ¿No hablas con señas? — Andrias abrió los ojos ampliamente, pasó su mirada de la señora Wu a Anne, ambas negaron — ¿Nunca aprendiste?

—    No es necesario hablar con señas para comunicarme con Marcy — dijo Anne, un poco molesta—. Si ella quiere hablar de algo lo escribe. Si yo quiero algo ella me escucha. E incluso si no decimos nada nos entendemos.

Andrias asintió.

—    Te comprendo, pero lo que digo... En todo lo que conoces a Marcy, ¿No sabes nada del lenguaje de señas?

Anne negó.

El tío pareció decir algo, pero Marcy hizo una seña y el señor cerró su boca, dejando el tema.

mute | marcanneWhere stories live. Discover now