II

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Por allá viene el solitario
en las tinieblas de su camino,
como único acompañante
sus infinitos pensamientos.

Debe luchar doblemente
y ser temerario
para no sucumbir
a su tristeza.

Anhela encontrar el silencio,
la paz y la tranquilidad.
Pero se pierde en las tinieblas de sus pasos.
Porque amargado es su destino,
la sencibilidad se tornó en frialdad
y agarrotado está su corazón.

Por allá va el solitario,
incapaz de hacerle frente a las tempestades...

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