Los Cimientos de un Imperio.

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"Si, lo haré." No titubeó, ni lo pensó. Lo único que pensó, es en volver alzar a kirigakure a la cima.

«Ahora mientras estuvimos aquí, levanté islas alrededor de kirigakure. Ustedes encargarse, de encontrar los tesoros nacionales y las riquezas... Mientras que ustedes dos." Observó a Aoi y Chojuro, temblaron bajo su visión que vio atraves de sus almas mortales.

"Upgrade."

Mejorar, eso es lo que les hizo. Los mejoro, sus cuerpos, su energía espiritual y física; sus almas. Aoi, fue el que más lo notó, una visión mejor que cuando usaba el byakugan y chojuro no sabía que pensar.

«Buen trabajo siguiendo a esa mujer.» Un buen trabajo siempre es recompensado, y eso lo entendieron ambos hombres.

"Upgrade."

Incluso mei, fue mejorará. En toda la extensión de la palabra, rejuvenecida, empoderada y en belleza.

«Esta es tu recompensa por tu elección, ser la mujer más hermosa de kirigakure.»

Camino a paso lento, hacia la salida. Cuando se marchó, el trío lloró desconsoladamente, sus esfuerzos y su arduo trabajo, fueron recompensados.

X X X Salto de Línea X X X

«¿Lo conseguiste?"

Hermes asíntio, detrás de el, se encuentra lo que consiguió de orochimaru. Cuando asintió, le extendió un cofre que abrió.

«Ustedes temen a morir, probar ese oscuro abismo, hace que sus almas tiemblen. Y lo entiendo, la oscuridad en la muerte, es estremecedora... No los haré probar ese abismo, si me siguen.»

Vio como asintieron, sonrió en emoción. Cuando consiguió eso, río enloquecido. No consiguió más poder para el, consiguió más entretenimiento para el. Termino de reír, y suspiro.

«Prosigue con los preparativos, quiero todo listo antes de marchar.»

Hermes asintió, sonrió y se marchó. Observo a los cuatro del sonido, junto a yugo y kimimaro.

«Si ustedes quieren probar una pizca de mi poder, deberán mostrarme que son dignos de seguirme.» Mencionó mientras se encuentra observando por la ventana, suspiró sabiendo más que suficiente.

Que los cuatro del sonido, se encuentran inconformes y dudosos, negó mentalmente. Porque no podrían ser como yugo o kimimaro, mostrando una lealtad ciega y asquerosa a su persona.

«¿Que es lo que más deseas?» Le pregunto a kimimaro, sus ojos desprendiendo chispas rojizas.

Kimimaro pensó, que es lo que más desea. Con todo su corazón, que anhela con fervor.

"Desearía que la única persona que me mostró que los kaguya podríamos cambiar, estuviera viva." Anheló a esa persona, le mostró que los de su clan podrían cambiar para mejor o para peor.

Ese devil god analizo la situación, su visión viajo al pasado y viajo a las diversas ramificaciones del futuro. Su mente trabajo al cien, no solo eso. Suspiró, sonrió divertido por el futuro que observó.

Saco el cadáver de yagura, el kage de esa aldea, sabía que de algo le iba servir y fue más temprano que tarde.

«Mi amor, tu hijo desea verte, ¿Cuando vendrás a visitarlo?»
Mencionó la diosa de la muerte vía mental, ese diablo hecho dios la contacto.

«'Después... sabes lo que te voy a pedir.'»

Escuchó replicar a shinigami porque no quiere ver a su hijo que tuvo con ella, es consciente que ese niño no es humano ni mortal. Dejaron las discusiones de lado, esa diosa cegadora le dió lo pedido.

Naruto: Dios Bondadoso o Dios TiránicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora