Para nadie es un secreto la gran rivalidad que existe entre dos personas: Oliver Wood y Lyssander Longbottom.
El capitán de Gryffindor y el capitán de Slytherin tenían una enemistad que llegaba más lejos que solo en el campo de quidditch.
Nadie ente...
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❝Ser como ellos❞
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Diciembre 27 de 1991.
El rubio suspiró algo cansado, cayó en la silla y secó el sudor que bajaba por su frente.
-Nunca había visto tú apariencia- Comentó Dumbledore sentándose a su lado.
Lyssander levantó la mirada y se vio en el espejo de la pared, su cabello rubio platino, ojos azul hielo, facciones pulcras y marcadas lo hacía ver exactamente como alguien que conocía.
¿Cómo no lo había notado antes? Tal vez porque hace años que no se veía como realmente es, por un segundo creyó que ni siquiera era él, creyó que era... Pero no podía ser Draco Malfoy, era él.
-¿Por qué no cambias?- Preguntó Albus sacándolo de sus pensamientos.
-No puedo viejo- Explicó el chico levantándose- Cuando utilizo magia negra mi poder de metamorfo se va por un tiempo, consume demasiada de mi energía como para cambiar-
Dumbledore simplemente asintió y le ofreció unos dulces de mantequilla al chico que sonrió y aceptó, ya sabía que son unos de sus favoritos, aunque son difíciles de conseguir.
-Entonces... ¿Solo aquel que no desee la piedra podrá sacarla?-
-Exacto-
Lyssander se acercó al espejo y se vio a si mismo un poco mayor, su apariencia natural fue lo que más lo impresionó, no se escondía...
Junto a él apareció un figura, su madre sonriendo con orgullo y luego un joven Regulus que a lo lejos lo veía orgulloso también.
-¿Qué ves Camaleón?-
-A mí madre, esta orgullosa- Lys sonrió aún más cuando vio a Regulus saludando- Y a mi padre, sonríe, me saluda...-
-Entonces ¿Tú mayor deseo es el orgullo de tus padres?-
-Mi mayor deseo es llegar a ser como ellos, pero sí, su orgullo también me basta-
Dumbledore suspiró, si tan solo ese niño logrará ver que ya poseía el orgullo de su madre y que su padre adoptivo siempre lo vería orgulloso desde donde sea que esté.
-Debo irme, es tarde y...- Comenzó el rubio platino cubriendo su cabello con la túnica.
-Lyssander acabo de recordar que no te envié un regalo de navidad este año- Siguió el anciano profesor sin prestarle atención a la evasiva de su alumno.
