Los recuerdos del sonido del disparo, la sensación viscosa en las manos y el olor a metal pasaron por mi mente tan de golpe que fue difícil diferenciar la realidad de lo que solo está en mi cerebro.

Me sostuve de la pared y vi la espalda de Mikey cada vez más pequeña.

¿Qué me pasa?

¿Por qué tengo miedo de perderlo de vista?

Mi corazón está cada vez más acelerado.

Después de hablar con Chifuyu no estaba tan mal, si, aún me dolía recordar, pero... no a este grado.

...

¿Por qué me siento cada vez peor?

...

Necesito... comprender, pero... simplemente no se me ocurre nada, si alguien pudiera decirme...

...

¡Chifuyu!

Debo contarle todo y tal vez... el me ayude a entender por qué me pasa esto.

Tratando de alejar las sensaciones y los pensamientos que no dejaban de atormentarme, sacudí la cabeza con la esperanza de cambiar mi estado de ánimo.

Obviamente no funciono, así que me di la vuelta en dirección a la casa de Chifuyu y golpee mis mejillas con fuerza para evitar el impulso de ir detrás de Mikey. Repitiéndome una y otra vez en mi mente que él estaría bien.

Saque mi celular y le envié un mensaje a Chifuyu, para avisarle que iría a su casa.

Mientras caminaba por la calle esperando su respuesta, inconscientemente mire atrás con la esperanza de seguir viendo a Mikey, pero ya no había rastro de él y de nuevo esa sensación de inquietud me abordo.

Como ya sabía evitarlo, me golpee de nuevo las mejillas con mis palmas y seguí adelante.

Mi teléfono sonó.

Chifuyu por fin me respondió el mensaje y me esperaba en su casa.

Con alivio camine lo más deprisa que pude.

Su casa no estaba tan lejos, si me apresuraba llegaría como en 15 minutos a pie, pero repentinamente el camino se me hizo tan largo y no ayudo que el miedo en mi pecho y la inquietud por Mikey solo crecieran con cada segundo en que no me distraía con algo, así que use el mismo método que ya me funciono varias veces mientras llegaba a la casa de Chifuyu.

Las personas que pasaban por la calle me observaban cuando me abofeteaba las mejillas, pero no me importo.

Cuando al fin me encontraba frente a su puerta, los nervios me consumían y no podía permanecer quieto en un solo lugar mientras esperaba que me abriera, así que me balanceaba un poco de delante hacia atrás, parándome en la punta de mis pies y luego en el talón. Perdí la cuenta de cuantas veces hice eso hasta que escuche que Chifuyu abría la puerta.

En cuanto vi su rostro, me abalance sobre él y lo tome por los hombros. Como si lo que hubiera estado conteniendo por fin saliera.

—¡Chifuyu! ¡Mikey regreso conmigo! ¡El Mikey del futuro! — casi grite con la voz entrecortada mientras una sonrisa torcida se formaba en mi rostro. Y es que es algo agridulce, por un lado me alegra mucho que Mikey esté bien y este conmigo, pero por otro lado recordar su vida y el cómo término, es algo que sigue matándome de dolor.

Ni siquiera me di cuenta de que tenía los ojos llorosos hasta que todo se volvió algo borroso frente a mi.

— ¿¡Que!? ¿¡Como!?—la sorpresa en el rostro de Chifuyu no se hizo esperar.

Regreso DobleWhere stories live. Discover now