Perdí una apuesta, ptm. 卐☭ Nazunist ⚣

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-..Eres un cerdo comunista... -No había otra cosa más importante en el mundo para él que su Alemania, aún si todo el territorio había caído en la desgracia, mientras el pequeño estuviese bien era lo único que importaba-.

-Vamos Reich, intento llevar la fiesta en paz y tú sigues sin cooperar, no es tan difícil encargarte de la casa -El soviético se inclinó rozando sus labios y acariciándole el trasero con cariño, no le gustaba amenazarlo o hacerle daño físico a pesar de que en ocasiones realmente lo deseara, era mejor cuando estaban tranquilos en el mismo lugar incluso si era en silencio-.

-No soy tu perro para obedecerte, yo sigo siendo un militar con orgullo. -Apartándolo de un empujón el más bajo se alejó nuevamente volviendo al segundo nivel para acostarse en su pequeño lado de la cama, si dormía hasta el almuerzo no sentiría hambre-.

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Al sentir un clic metálico se despertó de sobre salto mirando alerta a su alrededor, pronto la expresión neutral del de ushanka a unos pasos de él lo hizo tensarse y caer en cuenta de que había un peso extraño en su cuello, al llevar las manos hasta este sin poder ver bien notó que era un collar canino asegurado con un pequeño candado.

-¡Hijo de puta maldito! -Con prisa se levantó casi resbalando hasta llegar al espejo cercano, quiso matarse cuando vio que realmente era un collar de perro color rosa pastel con todo y una placa dorada que llevaba su nombre en letra cursiva, se sentía tan humillado- ¡Quítame esta mierda o juro que te mato!

-Perrito malo, no le debes ladrar a tu amo. -Ignoró el rubio tomándolo de la camisa para estamparle un beso demandante que casi deja sin aire al europeo que apenas reaccionó cuando se sentaba en el borde de la cama, colocándolo con el estómago sobre sus piernas juntas- Ahora vas a recibir un pequeño castigo por esas groserías.

-¡No te atrevas, deja mi ropa imbécil! -Intentar soltarse era en vano mientras sentía la diestra del carmesí levantar la camisa para remover su ropa interior dejando su trasero expuesto a lo que sintió un repelús cuando la mano ajena le dio una ligera caricia seguida de una sonora nalgada- ¡Mgh!, ¡¿Qué te pasa, bastardo?!..

-Al parecer sigues sin entender que no debes hablarme así. -Dio otra caricia lenta más a la misma y un segundo después volvió a dejarla marcada en la suave piel del alemán, realmente no era un castigo como tal pues estaba sintiendo como se le endurecía en miembro pero era más por humillarlo un poco para que obedeciera- Vamos Reich, haz caso o me pondré más rudo.

A la par en que decía esas palabras, sus dedos rozaron a entrada expuesta del nombrado y este se tensó conteniendo la espiración sonrojándose pues por reflejo había levantado un poco el trasero y esto fue notado por el mayor quien volvió a repetir la acción un par de veces hasta que olvidó lo que estaba haciendo previamente y se centró en estimularlo mientras disfrutaba de ver como intentaba no mover sus caderas o jadear. Más aún cuando comenzó a lubricar de ambos lados haciendo más notable lo caliente que estaba por los toqueteos, a lo que el de ojo hielo cambió su idea.. tal vez si comenzaba a premiarlo con cosas que le guastaran podría lograr que fuese más dócil aunque tuviera que cogérselo a diario, lo cual era muy tentador.

Así que coló el primer dedo en el interior de Dritte comenzando a moverlo de manera circular para que fuese dilatándose lo necesario para recibir un segundo y así sucesivamente hasta poder profanarlo sin causarle alguna herida como en la primera vez que estando ebrio se dejó llevar, el que solía llevar un impecable traje negro dejó salir su lengua jadeando casi sin poder vocalizar bien lo que intentaba decir.

-No.. no vas... a hacerlo, no te.. dejaré.. cogerme.. -La voz del ex fascista salió temblorosa y de tono agudo, maldiciendo internamente por babear y sentir su cuerpo respondiendo a los estímulos de su aún rival ideológico-.

ONE SHOTS /Country Humans/Where stories live. Discover now