Introducción

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Carla Zidane, la petit de la familia Zidane.

Llevaba meses dándole vueltas a lo mismo en mi cabeza, mi regreso a Madrid.

A mediados del 2018 decidí alejarme de Madrid, de mi gente y del equipo de mis amores, por una simple razón, una razón con nombre y apellidos.

Soy la única prima de una familia de franco-argelinos donde la mayoría residen en Madrid debido al trabajo de mi tio.

En estos cuatro años hasta el día de hoy, podría contar con los dedos de la mano las veces que he bajado a Madrid, siempre sin avisar a mis amigos, puesto que había alguien a quién mi salud mental me impedía ver.

Soy la sobrina de Zinedine Zidane, por lo que he sido madridista desde que tengo uso de la razón, con ello, tengo la suerte de considerar mis amigos a la mayoría de la plantilla.

Siempre ha habido alguien especial para mi en el equipo, con quién siempre tuve una conexión única y especial, una conexión que mi corazón se negaba a aceptar que ya no existía.

Ese chico, con quién tanta paz me daba estar es Marco Asensio.

Pero todo se cambio cuando un día apareció en una de nuestras tantas comidas de equipo, de la mano con su nueva novia, Sandra Garal.

Marco y yo no éramos nada, simplemente estábamos en esa etapa donde la pregunta ¿Qué somos? es esa pregunta que tanto miedo te da hacer, por lo tanto, yo no me sentí con ánimos de reprocharle nada.

Remontarme a aquellos años sería revolver demasiado el pasado, lo cual prefiero que se quede en alguna parte de mi mente y de mi corazón en un cajón para nunca más ser abierto.

El de Mallorca intento explicarse en varias ocasiones, pero yo simplemente volví a Zaragoza, mi hogar e intente dejar atrás esa etapa de mi vida.

Hoy, unos tantos años después, he decidido que es hora de volver.

Se que todavía no he superado a Asensio del todo, pero es algo que necesito hacer, volver a Madrid y poder ser feliz allí.

Este año me graduare en ADE y he aprovechado la oportunidad para hacer el máster en Madrid y estar más cerca de mi gente.

A pesar de que mi tio ya no es el entrenador de el conjunto blanco, Ancelotti me ha recibido siempre con los brazos abiertos.

Yo ya había rehecho mi vida con un jugador del Rayo Vallecano, casi toda mi vida acaba girando en torno al fútbol.

A pesar de todo, seguía temblando cada vez que alguien nombraba a Marco.

*Foto de portada: Belén Perea

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