Qué podemos perder?

24 2 0
                                    

Había logrado que con Emma nos fuéramos a mi departamento y así no pasáramos la noche juntos, no quería que nos arrepintiéramos de hacer algo en el estado en que ambos estábamos, fue difícil, quería estar con ella y ella tampoco me la puso fácil, agradezco que estaba su hermana y la llevo al cuarto de invitados.

Eso fue hace dos semanas y nos hemos vuelta mas inseparables, pasamos cada vez mas de tiempo de nuestro tiempo libre juntos, no tocamos el tema de lo sucedido aquella noche, pero no queda dudas de que ambos sentíamos una atracción por el otro. Tampoco estaba dispuesto a perderle como amigo, nos llevábamos muy bien, mejor que bien.

Aquí estábamos sentados viendo televisión tomándonos unas cervezas, ella con sus pies en mi regazo, mientras yo se los masajeaba, no sabía como habíamos llegado hasta aquí, nos conocíamos hace un par de meses pero teníamos una confianza única, a veces sentía que éramos una especie de pareja, pero sin los beneficios de ser una.

Sentimos la puerta abrirse, pero ninguno se movió, ya no importaba el querer demostrar algo diferente frente a los demás.

-hola- era Andrés, llegando de su trabajo. Su mirada no me gustó para nada, fue repasando nuestra postura y continuo por el pasillo hasta su dormitorio.

-hola cuñadito, hola idiota- Emma y yo contestamos al mismo tiempo.

-te das cuenta en la forma en que nos miró, parece que no aprueba el que estemos mas cercanos.

-no creo, es mi amigo desde hace muchos años y no me ha comentado nada- era cierto aun no me había dicho nada y creo que aunque me lo dijera no estaba seguro de querer tomar distancia de ella.

-sabes se pueden joder con lo que piensan, nosotros estamos cómodos somos adultos y no tenemos que dar explicaciones de nada.

-Emma, no tenemos porque justificarnos, no estamos haciendo nada de otro mundo, somos dos amigos pasando tiempo juntos- me miró con los otros entrecerrados, evaluando mis palabras.

-Diego, no solo somos amigos pasando tiempo juntos, lo quedó mas que claro cuando salimos a bailar- ahí estaba el tema que no había querido tomar- estaba esperando que fueras tú quien tuviera la iniciativa y propusiera hablar del tema, pero en vista que no lo haz hecho lo voy a hacer yo.

-no quiero perder tu amistad, me gusta como estamos, no se si estoy dispuesto a perderte como amiga, en una relación las cosas siempre se complican, tú recién sales de una y yo no he estado en una por mas de dos año- lo dije mirándola a los ojos, quería que notara que era muy sincero.

-no estoy pensando en algo serio, estaré por un par de meses, en el país, no puedo ofrecerte nada mas allá- no entendía que quería decir- Diego, nos llevamos bien, estamos todo el tiempo juntos y una de las capacidades de ser adultos y amigos es poder diferenciar las cosas y no permitir que nada lo arruine. Estemos juntos, sin ningún compromiso, solo viviendo esto que hay entre nosotros y no le pongamos ningún nombre, ni regla, porque jamás se cumplen.

La miré por un momento, no quería tener una relación seria, quería estar con ella, sí. Tampoco podía ofrecerle algo diferente, creo que jamás podría ofrecerle algo mas a ninguna mujer. Ya lo había hecho con Elena y había perdido parte de mi con su partida, ahora era simplemente un cobarde con miedo a arriesgarse y salir lastimado nuevamente.

-No lo sé

-vamos no seas cobardes, nada podemos perder, solo ganar.

La miré por un momento, quizás tenía razón, qué podíamos perder; nos gustábamos y no queríamos una relación solo ser algo mas pero sin nombre.

No quería arruinar el momento con palabras, dejé sus pies a un lado, y me acomodé un poco para tomar su rostro entre mis manos y fundirnos así en un profundo beso, había anhelado sus labios, se sentían mas suaves de lo que recordaba. Era un beso sin promesas, pero lleno de invitaciones a dejarnos vivir la vida.



Imagíname sin tiWhere stories live. Discover now