A medio paso de caer

123 14 0
                                    

-Señora Saotome-el ama de llaves entra a la habitación en la que estoy con mi hija en brazos.- El amo pide que baje. Está esperando por usted para cenar.

-Bajaré en un momento-le respondo y ella se retira de inmediato.

Mi pequeña balbucea y me sonríe mientras la dejo en su cuna.

-Realmente te niegas a dormir hoy, no es así?

Es tan hermosa, tiene los ojos de su padre.

Su padre...
.
.
.
-Pero dijiste que era para mí!-gritó por enésima vez, golpeando el escritorio con ambas manos

-Yo nunca dije eso.

-Claro que sí, los dijiste en mi cumpleaños y hace unas horas antes de traerla.

-Ranma, ella no es la única, también está Ukyo y a esta chica le falta mucho todavía.

-Lo que dices es asqueroso. Ukyo y yo somos como hermanos

-Como hermanos, pero no hermanos realmente. De cualquier forma mantén tus manos lejos de ella hasta que pueda arreglar este lío y reclamarte una esposa.

-Por favor, quien sigue una regla tan tonta en estos días?.

-A menos que quieras convertirte en eunuco, seguirás esa regla por tonta que te parezca.

-Entonces no puedo ni acercarme a conocerla? Quieres que me case sin saber nada de ella?

-De poder, puedes... Solo no vayas a intentar nada raro con la chica-lo señaló su padre.

-Qué...quien demonios crees que soy?!

-Enséñale algo de defensa propia en sus ratos libres, lo necesitará.-añadió el hombre anotando algo en una carpeta.

Ranma sonrió satisfecho. Pasar tiempo con aquella chica era lo que más deseaba desde que la vio llegar esa mañana.

-Pero no olvides que te estoy vigilando. Ahora, sí me permites, mandaré por ella para hablar un poco antes de marcharnos.
.
.
.
-Te llamas Akane, no es así?-me preguntó antes de entrar al despacho de su padre

-Así es-respondí bajando la mirada de inmediato.

-Pues, yo me llamo Ranma y realmente espero que nos llevemos bien.-dijo acercándose a mí y tomando mi mentón para que lo mirase a los ojos nuevamente.

-Yo...estoy a sus órdenes, amo Saotome-intenté responder como suponía lo hace la servidumbre.

-Tienes un rostro muy bonito- añadió girando mi cara levemente de un lado al otro -No sé cómo cree el viejo que esto funcionará contigo -dijo riendo a la vez que me soltaba para finalmente abrir la puerta del despacho.

Genma Saotome nos recibió con gesto reflexivo. Dio una mirada de reproche a su hijo y luego posó sus ojos largamente en mí, que aún seguía en la entrada.

-Pasa, niña, no te quedes ahí.

Entré y escuché el crujir de la puerta al cerrarse tras de mí. Mentiría si digo que no estaba un poco asustada.

-Siéntate-me pidió Ranma.

-No es necesario-lo interrumpió su padre-Seré breve. Akane, sabes que tu padre y yo fuimos amigos en nuestra juventud, no es así?

-Lo sé, amo Saotome.

-Espero que entiendas que eso no cambia tu lugar aquí, servirás igual que el resto, sin ningún privilegio.

Permanesco en silencio ante la pausa del hombre.

-A partir de hoy serás llamada por tu apellido únicamente y serás tratada como un chico-añade después de beber un poco de te.

CautivaWhere stories live. Discover now