Ariel: ¡Regina! ¿A caso estas de parte de este?

Regina: este, como le llamas es mi esposo, el padre de mi hija, y tiene todo mi apoyo si decide prohibirte verla.

Tocaron a la puerta en el departamento de Daniel, Alicia fue a abrir.

Ximena: ¡buenos días!

Alicia: buenas

Ximena: supe que ayer mismo le dieron de alta a Daniel, quiero verlo.

Alicia: Daniel no está.

Ximena: No sé qué ideas le metió en la cabeza la Regina esa, pero a mí me interesa el estado de salud de Daniel.

Alicia: Regina no me ha dicho nada, su comportamiento demostró los verdaderos intereses sobre mi hijo.

Ximena: señora, soy su jefa y el está bajo mi responsabilidad, déjeme verlo, estoy en mi derecho.

Ximena intentaba entrar a una de las habitaciones.

Alicia: le repito que no está, si no me cree véalo por usted misma.

Ximena fue a revisar todo el departamento, pero no encontró absolutamente nada.

Ariel: te desconozco Regina, ¿Cómo puedes hablarme así?

Regina: ¿Cómo pretendes que tenga consideraciones contigo después de cómo te has portado con nosotros?

Ariel: sé que hice mal en prácticamente echarte de la constructora, te propongo que regreses conmigo, te necesito,  haré de cuenta que la discusión de ayer jamás ocurrió.

Regina: lo hare si le regresas a Daniel también su trabajo.

Ariel: ¡eso jamás!, no permitiré que vuelva a pisar mi empresa.

Regina: bien, entonces no cuentes conmigo.

Ariel: pero Regina, tú sabes que la constructora está en una enorme crisis, ¿Cómo puedes dejarme solo?

Regina: si no mezclaras los asuntos personales con los profesionales tal vez esto no estaría pasando.

Ariel: sabes muy bien que mi deber era correr a este señor.

Regina: tu deber como jefe, era escucharlo, actuar de manera profesional, Daniel le trajo muy buenas cosas a la constructora, merecía una oportunidad, pero tu preferiste negársela, fuiste muy injusto.

Ariel: tú eres la injusta al ponerte de su parte, después de todo el daño que te hizo.

Regina: Daniel aceptó su error, me ha demostrado su amor todos los días y tú, ¿dime que has hecho papá? Solo te la has pasado renegando, haciendo mala cara... y mientras tu sigas así no quiero que te acerques a la niña.

Ariel: no puedo creer que te dejes manipular por él.

Daniel: yo no la tengo que manipular, Regina es capaz de tomar sus propias decisiones.

Regina: papá vete por favor.

Regina abrió la puerta, Ariel se fue muy disgustado, Esperanza no podía hablar estaba muy conmocionada.

Daniel: perdóname no pude quedarme callado, mi amor, debiste aceptar regresar a la constructora.

Regina: solo lo haré contigo, si no se puede como sea saldremos adelante juntos.

Daniel: pero...

Regina: vamos a luchar por estar juntos por que aquellos que nos quieran ver separados se queden con las ganas, eso incluye a Ximena.

Daniel la observó algo confundido

Alicia: le dije que mi hijo no está.

Ximena: entonces ¿a dónde fue?

Alicia: Daniel esta donde le corresponde junto a su esposa y su hija.

Ximena intentó guardar la compostura.

Ximena: entonces deme la dirección.

Alicia: lo siento, pero no lo voy a hacer.

Ximena: ¡Se lo exijo!

Alicia: ¡usted no se atreva a exigirme nada, aléjese de mi hijo!, el ama a Regina y jamás la dejaría por una mujer de su clase.

Alicia abrió la puerta.

Ximena: ¡Esto no se va a quedar así!

Alicia: ¡hasta nunca! Dijo cerrándole la puerta en la cara.

Daniel: ¿por qué metes a Ximena en esto?

Regina: porque para que nuestro matrimonio funcione y podamos vivir en paz debes alejarte de ella.

EL GIRO DE LA VENGANZAWhere stories live. Discover now