𝐔𝐂𝐀𝐍𝐍𝐘

105 13 2
                                    

Kousuke Hirahara no era alguien de temer a cualquier cosa fácilmente, desde pequeño parecía no desarrollar ese miedo por las cosas desconocidas, aunque eso era lo que aparentaba en las apariencias, alguien que no tenía sentimientos.

Cómo un robot.

En su infancia, lejos de todas esas cosas horrorosas que deseaba olvidar por parte de su familia, por alguna razón siempre se sentía en paz al mirar por mucho tiempo una pintura y no cualquiera, si no el retrato de una bella doncella que se encontraba empapada de agua por estar medio ahogada en un pantano, teniendo una que otra rana saltando a su alrededor.

Siempre le gustaba mirarla, ya sea por su bello arte o como era retratada perfectamente la desesperación de esa joven por salir y otras veces notar un cierto desgano, como si se estuviera rindiendo y dejara que esas ranas saltaran encima suyo.

¿Le recordaba a él mismo con su situación? Pues no iba a negarlo, en esa doncella podía reflejar su dolor, enojo, rabia y nesecidad de ser rebelde.

Con el tiempo ese cuadro fue como una visita al psicólogo sin nesesidad de fijar una cita. Ahora que ya era un adulto podía darse cuenta de eso a diferencia cuando era un simple niño al que subestimaban.

Suspirando volvió a comer un pedazo de su cheesecake para mirar de nuevo esa obra de arte, recordó con algo de diversión cuando tuvo una pequeña discusión con su madre sobre este, ella no deseaba que se lo llevara por el simple hecho de que el lienzo era viejo y que no quedaría bien en la estética de su departamento, al final Kousuke logró convencerla al decirle que pondría el cuadro en su habitación y así evitar molestias.

Al timbre de su celular, decidió mirar por encima quien era.

──Shin-Ae. ──suspiro ahora irritado.── jamás voy a entenderla.

En los últimos meses toda su vida se había vuelto un caos por completo con la llegada de esa chica a pesar de que fuera un accidente, su hermano Nol ahora se encontraba listo para pagar consecuencias que por supuesto no eran su responsabilidad.

──¿Qué harías tu?. ──cuestionó al personaje femenino del cuadro, esperando en silencio una respuesta que no fue respondida gracias a su cordura.── debo irme, volveré más tarde.

El Hirahara volvió a su hogar azotando la puerta de entrada junto con sus ganas de morirse en ese mismo momento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El Hirahara volvió a su hogar azotando la puerta de entrada junto con sus ganas de morirse en ese mismo momento. Con todo el estrés prefirió prepararse varios panqueques con mucha miel por encima y fresas antes de irse a dormir. Sin embargo, sus planes fueron interrumpidos por unos ruidos, para el colmo provenían de la cocina.

Pensó que sería un ladrón pues animal no podría ser por la buena y cómoda ubicación de su apartamento, así que tomando un libro que logró alcanzar al encontrarse en la sala, de puntitas se acercó más.

──¡Muere!.

──¡No!.

Ante esa voz femenina se detuvo abrupto, la sombra había retrocedido lo suficiente como para caerse ocasionando un estruendo y por supuesto desorden.

❝ 𝐔𝐂𝐀𝐍𝐍𝐘 ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora