CAPITULO I: NEW BEGINNIG?

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¿Te quieres casar conmigo?

No, no. Demasiado simple.

¿Quieres pasar el resto de tu vida conmigo?

No, no. Demasiado inespecífico.

¿Quieres ser mi esposa?

No, no. Demasiado obvio.

Su debate mental continuaba mientras observaba la bolsa casi vacía de gomitas de lombriz.

—¿Te pasa algo? ¿Quieres más gomitas? —preguntó divertida.

—¿Cómo le pides a alguien que se case contigo? — Los ojos de la castaña se abrieron con sorpresa al darse cuenta de su error—. ¡No! no es lo que quise decir, bueno sí, pero no de esa manera. Es que tú no eres, es decir no quería decir que tú no, yo quiero, pero en realidad no es así.

Jisoo la miró con nada más que confusión en su rostro.

—¡Un momento! —En ese momento sacó la colorida y última lombriz del empaque—.Tu mano, por favor.

La castaña tomó la mano contraria, besó suavemente sus nudillos y deslizó el nuevo anillo improvisado en el dedo de su ahora prometida.

—¿Aceptarías este anillo de gomita, verde y en forma de lombriz como muestra física de que te amare por el resto de mi vida? —preguntó mientras un par de lágrimas aparecían en su rostro—. Si aceptas prometo explicarte las películas que no entiendas, compraré tus dulces favoritos, escuchar todas las locas historias que se te ocurran a las tres de la mañana, te enseñaré todas las noches una nueva lección de inglés, podremos ver mil veces la serie que tanto te gusta, cantaré tus canciones favoritas en el auto de regreso a casa, seré tu admiradora número uno, no habrá lágrimas en tus ojos al menos que sea de felicidad y sobre todo prometo estar siempre contigo sosteniendo tu mano y mirándote como la primera vez, porque tú eres mi mundo entero. —Respiró profundamente antes de continuar. —Kim, Jisoo... ¿Te casarías conmigo?

En este punto fue casi imposible para ambas chicas contener las lágrimas, Jisoo asintió aún sin palabras antes de conectar sus labios con los de la castaña.

— Te amo y nada me haría más feliz que casarme contigo. — limpió los restos de lágrimas en el rostro de Jennie y después la besó con suavidad.

—Te daré un anillo decente cuando regresemos a Seúl.

—En realidad este es precioso, perfecto para mí —contestó con una enorme sonrisa aún sosteniendo las manos de su prometida—. Pero, me parece que tú si necesitas uno.

Jisoo se quitó el collar que tenía puesto.

—¿Qué estás haciendo?

—No es un anillo de compromiso, pero podría funcionar — Jisoo hizo que la castaña girara, para poder colocar el collar en el cuello de Jennie.

—Pero esto es tuyo, no deberías dármelo, era de tu mamá...

—Precisamente por eso quiero que lo tengas tú, estoy segura que ella te adoraría, sería feliz de saber que estoy contigo.

—Te amo—dijo antes de unir sus labios con los de Jisoo y rodearla con sus brazos.

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TAILANDIA, BANGKOK.

Desfile anual de modas:

ROSÉ POV.

—Ella lo está haciendo demasiado bien, ¿no es así? — Tzuyu dijo, arqueando ambas cejas con una sonrisa satisfecha.

—Siempre lo hace bien — Respondí evitando la burla en su voz, darle cuerda a Tzuyu se convierte siempre en un error.

Pero de algo tiene razón, Lisa lo está haciendo perfectamente, con todo ese estilo y pasión que muestra en la pasarela, no por nada se convirtió en la modelo número uno de toda Asia. Justo como siempre lo soñó, Lalisa Manobal consigue siempre lo que quiere.

En el momento que me miró, fue imposible no recordar a esa pequeña niña con flequillo que aseguraba tenerlo todo, el verla construir un mundo en donde podríamos vivir juntas. Siempre me pareció fascinante la seguridad que irradiaba su rostro cada vez que hablaba de sus sueños, esa certeza en su mirada, con cada paso que daba sacudía el mundo de todos y yo no era la excepción, desde el primer momento en que la ví supe que sería imposible sacarla de mi vida.

FLASHBACK - 15 AÑOS ATRÁS -

AUSTRALIA, MELBOURNE.

En definitiva, este podría ser el peor día en la corta vida de la pequeña Rosie, obtuvo un cinco en matemáticas, estaba segura que su madre la castigaría, eso sin contar que olvidó su almuerzo en casa, se lastimó la rodilla en el patio de la escuela y ahora como si no fuera suficiente su pez dorado había muerto esta mañana, nada podía ser peor.

Y entonces escuchó música, música que provenía del patio trasero de sus vecinos, sus nuevos y desconocidos vecinos.

Se acercó con cautela a la valla de madera que rodeaba la propiedad, se asomó por un pequeño orificio en la madera, pero no podía ver nada más que una imagen borrosa, así que se subió en el árbol que se encontraba a su lado y entonces la vio

La niña usaba una snapback, unos enormes pantalones negros y una playera holgada, aunque claro la peculiar vestimenta no fue lo que llamo la atención de Rosie, fue más bien la energía y la fuerza con la que baila su nueva vecina, al ritmo de Poker Face.

Quizá estuvo observándola durante mucho tiempo, porque no fue muy consciente del momento en el que la música se detuvo y la niña se dio la vuelta, encontrándose cara a cara, aquellos ojos curiosos de intenso marrón la miraban con desafío, siendo demasiado para seguir sosteniéndose, fue así como cayó literalmente a los pies de la desconocida.

—¿Quién eres tú? ¿Qué hacías en ese árbol? ¿Eres una especie de espía? ¿Un ladrón de bailarinas? —apuntó con su grabadora en dirección a la dolorida Rosie.

En cuanto terminó de soltar esas palabras los ojos de Rosie se llenaron de lágrimas, desconcertando a su vecina.

—¿Qué? Yo no te hice nada —dijo rápidamente en defensa—. Tú eres la que estaba espiándome.

Entonces la otra pequeña lloró con más fuerza.

—¡Basta! Me meterás en problemas, ¿Por qué lloras tan fuerte, niña? —Un suspiro salió de sus labios—. Bien ¿Qué puedo hacer por ti? Tengo galletas adentro.

Al escuchar esto el llanto de Rosie finalmente cesó y pudo ponerse de pie nuevamente, aferrándose con fuerza al brazo de su vecina.

—Quiero galletas —con mirada suplicante— ¿Tienes oreos?

Rosé pasó toda la tarde en casa de su vecina, le contó todo acerca de su terrible día, mientras que la otra pequeña le mostraba todas las canciones que pensaba bailar antes de ser interrumpida. De alguna manera ambas se sintieron mejor, Rosie se sintió menos sola y la otra pequeña se sintió especial.

—Por cierto, soy Rosé.

—Lisa, mi nombre es Lisa.

FIN DEL FLASHBACK.


NO TIME TO BURN | CHAELISA/JENLISA/JENSOOWhere stories live. Discover now