Tengen no sabía porque pero le sorprendió y le agrado ese acto tan tierno por parte del azabache, apretó su mano con la del contrario teniendo un agarre de protección y confianza entre ambos.

Cuando estaban listos se dirigieron a la casa de té más prestigiosa del distrito rojo, la casa Okitsu, necesitaban información y era el único lugar sospechoso así que no tardarían mucho en obtener lo que buscan. Ambos se encaminaron a su destino con las miradas de todos los que iban a su alrededor, pues claro un ojiazul parecía una mujer y demasiado bella y su figura no ayudaba con las miradas de los pervertidos, aunque esas personas salían corriendo por sus vidas al ver una mirada tan penetrante que los atravesaba enseguida si veían a la mujer más divina del mundo, esa mirada pertenecía a su acompañante, que le dio repulsión con escuchar lo que murmuraban algunos hombres de su amado…AMADO?!? Debía controlar un poco esos…celos? Ni sabía que sentía ya, seguro era que él es un alfa fuerte y valiente, y su compañero un Omega , si debía ser eso, solo quiere cuidarlo y ya, pero aún sin saber que pasa no dejará solo a su acompañante ni por un segundo.

Al llegar a la casa Okitsu, todas las trabajadoras estaban locas por ver a un hombre alto, cabellos albinos y largos, ojos que podían jurar las podía desnudar ahí mismo, y con una sonrisa encantadora, pero toda ilusión que creció en ellas se esfumó al ver a tan bella mujer quien estaba agarrada del brazo del albino. La belleza de ambos era tanta que llamaron la atención de la dueña del lugar que fue personalmente a atenderlos.

Dueña: Buenas noches tengan ambos, espero que esté lugar sea de su agrado -No quería admitirlo pero la idea de esa mujer sirviendo en su local le entró a la cabeza- Disculpe mi osadía señor…pero me preguntaba si ella es su esposa -Claro que sí lo era no le diría su idea, no estaba dispuesta a desprestigiar su negocio-

Tengen: Claro que lo es, esta bella mujer es mi amada esposa, un hombre como yo necesita a la más hermosa rosa del jardín -Soltó la mano del ojiazul para agarrarlo por la cintura apegandolo más a él, tomó su mentón para que lo viera a los ojos y pudo ver un claro sonrojo del azabache, juraba que esa imagen la guardará hasta que se lo lleve la muerte-

Pidieron una mesa donde podían apreciar el mejor espectáculo del lugar, una chicas se acercaban de más al albino pero una cara de disgusto por parte de su "mujer" las hacía huir aunque claro, eso no pasó por alto del más alto.

Preguntar porque la casa era la más reconocida no fue difícil, todos los del lugar decían que una mujer de belleza incomparable trabajaba ahí, pero que definitivamente no se compara con la belleza de ese ángel de ojos azul, si siguen conquistando al azabache, pero no pasó mucho tiempo cuando ambos obtuvieron lo que buscaban "cuando una mujer nueva llega a trabajar ahí y se hace muy popular entre los hombres a los pocos días desaparece sin dejar ni una nota y sin tomar sus pertenencias, lo único que encuentran es un charco de sangre".

Mandaran a vigilar todo el distrito, necesitaban saber que tipo de demonio era, pero por esa noche disfrutaran un poco de la bebida en especial un oji borgoña que necesita olvidar lo vivido con sus ex parejas. El azabache lo vió raro, no quería interrumpió pero el recuerdo de cómo llamo a sus esposas lo estaba haciendo entrar en un modo de querer saber porque y que realmente había pasado para que el hombre frente a él quiera olvidar todo con una jarra de sake que pidió.

Canceló la orden y jalo a su "pareja" lejos del lugar, se lo llevó o mejor dicho lo arrastró a la pequeña finca que servía para los de la organización y de una patada lo metió en dónde habían estado antes cuando se vistió de mujer.

Tengen:Oi Tomioka porque haces eso, quería olvidar un poco esta noche…-Termino por hacer un pequeño puchero con sus labios cosa que le dió risa al ojiazul-

Giyuu:... perdón…pero quiero saber porque llamaste a tus esposas de esa manera ayer, si no me quieres decir está bien…-Le dolió ver el semblante de tristeza que tenía el albino, no quería verlo así, tomo su mano y la apretó fuerte, haciéndole saber al otro que podía confiar en él-

Mi Verdadero AmorWhere stories live. Discover now