𝐔𝐍𝐄𝐗𝐏𝐄𝐂𝐓𝐄𝐃 › sunki ✓

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Sunoo estaba más nervioso que de costumbre. Incluso más que cuando se presentó como omega.

Y eso, ya era mucho decir.

Ya habían pasado 2 semanas desde la charla con Ni-ki, y no mentiría, sentía que se había sacado el premio mayor con su alfa, ¿Cómo era posible de que fuera tan perfecto?

Ahora tenía 3 pruebas de embarazo a mano. No había presentado síntomas, pero ya a las dos semanas se podía saber si estaba fecundado, o no. 

Ni-ki llegaría de clases como en unos 15 minutos más. A él, le había tocado ir de mañana, así que había tenido toda la tarde libre. Tenía que esperar tres minutos más, ya que la prueba se demoraba cinco minutos, y él se la había hecho hace dos minutos.

No mentiría, estaba completamente nervioso, sentía que se desmayaría en cualquier momento.
Y antes que entrara en una crisis, la puerta fue abierta. Al parecer Ni-ki había llegado antes.

—Hola cielo. —Riki dejó las llaves en la mesa y se acercó a su omega, besando su frente. Vio que su vista la tenía fija en sus manos y al observarlos mejor, se dio cuenta de que eran los test de embarazo. —¿Ya sabes la respuesta?

—No, todavía no. —Sunoo miró el reloj, sólo faltaba un minuto. Trago saliva. —Me la hice hace cuatro minutos y son cinco.

Ni-ki asintió y se sentó al lado de su omega para reconfortarlo.

No lo diría en voz alta, pero él moría por ser padre de los cachorros que le daría Sunoo. Quería ver el fruto de su amor. Y le importaba una mierda la edad.

La alarma comenzó a sonar y Sunoo se tensó. Era el momento.

Suspiró por última vez y acercó la primera prueba. Luego la segunda y por último, la tercera. Con esa, comenzó a llorar.

—¿Y? —preguntó Ni-ki al borde de un ataque de desesperación, él no había visto las pruebas, solo miraba las reacciones de su pareja. Pero que llorará, tenía muchos significados.

—Seremos padres, Riki. —dijo Sunoo.

—¡Hermoso! —gritó Ni-ki y se abalanzó hacia el mayor, repartiendo miles de besos en toda la cara de este. La noticia lo había alegrado. ¡Su omega le daría cachorros! ¡Sería padre!

Con esa bella noticia, se quedaron dormidos, los dos con una sonrisa de oreja a oreja. En nueve meses más, serían una familia. Y Ni-ki aprovecharía la situación, para formalizarla al cien por ciento.

( 🐺 )

Ni-ki revisó su apariencia como diez veces, en el espejo en tan solo 2 minutos.

Quería verse perfecto para lo que haría. Después de la noticia de que sería padre, había decidido pedirle matrimonio a Sunoo. Quería que fuesen una verdadera familia.

Bueno, aún era menor de edad, por lo que, más que una propuesta, sería una promesa a estar juntos. Podía parecer tonto, pero para él, era especial.

Así que, se había duchado, peinado, puesto su mejor ropa y su mejor perfume. Lo que fue algo innecesario, pues al ser un alfa ya tenía un olor propio. Pero no se dio cuenta de ello, hasta que ya se había rodeado en perfume. Sus zapatos estaban muy bien lustrados, tanto, que se lograba reflejar en ellos. Se sentía orgulloso de su trabajo.

Esperó al mayor en la puerta de entrada. Pues había salido de compras.

Cuando este llegó, se encontró a un Ni-ki muy elegante, y no pudo evitar reírse, pues era extraño. Riki siempre vestía de manera casual, con ropas anchas.

—Amor, antes de que entres y me digas todo lo que pasó en tu día. Quiero decirte que me haces el hombre más feliz del mundo, en unos meses más me volverás padre, y amo que seas mi pareja de toda la vida. —tomó aire. Había hablado muy rápido. —Te amo demasiado, y quiero que estemos juntos para toda la vida. Así que no daré más vueltas al asunto y lo preguntaré de una vez por todas.... Kim Sunoo, ¿Desearías casarte conmigo en cuanto sea mayor de edad?

Sunoo se sorprendió, pero pequeñas lágrimas comenzaron a salir de sus ojitos, estaba emocionado.

—Primero, párate. —Riki acotó la orden. —Y segundo, claro que sí, Riki. —le abrazó por los hombros y le beso. Sintiendo cómo el alfa lo tomaba de los muslos para llevarlo en brazos. 

—Será nuestra pequeña promesa, bebé.

Esa noche, volvieron a hacer el amor y la marca se renovó.

Nada podía ser mejor.