All For Love ||James Potter||

1. Castigo

24 de diciembre de 1975

Helena Black

Nos encontrábamos Regulus y Sirius en la habitación del último hablando y mientras nuestros padres habían salido a dar una vuelta.

Yo mas bien estaba leyendo mientras mis hermanos hablaban de Quidditch, de pronto una persona se me vino a la mente, James Potter, el mejor amigo de mi hermano. Sinceramente, debía reconocer que era un chico demasiado agradable y gracias a mi hermano éramos muy buenos amigos. Aun recuerdo perfectamente como lo conocí, fue algo raro, pero lindo.

—Soy James Potter —él me extendió su mano.

—Helena Black —le correspondí el saludo con una pequeña sonrisa.

—Eres hermana de Sirius, ¿verdad? —asentí.

—Creo que eso es bastante obvio James —él se sonrojó un poco mientras asentí, era demasiado adorable. Sirius me había hablado bastante de él y me alegraba demasiado saber que James era amigo de mi hermano.

—Cierto, pido perdón a veces soy un poco idiota.

—Pero eres un idiota lindo —sonreí.

—Tú también eres muy linda Helena, tu hermano no dejo de hablar maravillas de ti —sonreí aún más.

—¿En serio? —James asintió con una sonrisa.

—Sí, dijo que eras la niña más maravillosa del mundo y no se equivoca —me sonroje, iba a decir algo, pero un grito me interrumpió.

—¡Helena Black! —a lo lejos se encontraba mi hermano, con Severus, Barty y Lucius.

—Debo irme —miré a James con una sonrisa mientras me alejaba.

—¡Nos vemos! —sonreí aún más.

—La idea es horrible —miré poco convencida a Sirius, mientras Regulus nos miraba callado.

—Bueno es eso o nada. Además, solo serán unas horas y Kreacher puede mentir, o bueno siempre podemos desmayarlo unas horas —Regulus le dio un golpe en la nuca.

—Deja al pobre Kreacher en paz que ya es bastante el que te tenga que aguantar —solté una risa mientras que Sirius miraba ofendido a Reg.

—¿No me amas? —Reg lo miro con el semblante serio aunque yo siendo su melliza sabía que estaba actuando simplemente para llevarle la contraria a Sirius.

—Está claro que no —Sirius se tiró dramáticamente a mi cama mientras fingía llorar.

—Que desgracia la mía, mis hermanos no me aman —solté una pequeña risa al verlo.

—A mí no me metas en el saco, yo no dije que no te amara —él me miro.

—Menos mal, hay esperanzas —se levantó y me tomo en brazos para empezar a dar vueltas feliz haciendo que riera aún más.

—Para Sirius —le dije riendo.

Sirius paro y me bajo con cuidado mirándonos a Reg y a mí divertido. De pronto nos empujó haciendo que cayéramos en mi cama mientras él estaba encima abrazándonos.

—Os amo muchísimo chicos —susurro él.

—Y nosotros a ti —murmuro Regulus.

Kreacher llamo a la puerta, Regulus le dijo que pasara.

—La señora Black ha dicho que bajéis, es algo importante —los tres nos miramos y bajamos para encontrarnos a nuestros padres en la sala. Dejaron de hablar cuando nos vieron y mi madre sonrió cínicamente.