EL GIRO DE LA VENGANZA

Capitulo 111

Ximena:  ¿ por que? Ni siquiera viven juntos, ese matrimonio se acabó hace tiempo.

Regina se burló de ella.

Regina: esta algo atrasada de noticias, Daniel y yo estamos nuevamente juntos este es mi lugar como su esposa, váyase porque usted aquí está estorbando.

Ximena: jamás pensé que con esa carita de inocencia que te cargas tuvieras esas agallas de hablarme así.

Regina: ya lo ve, solo espero que se aleje de mi esposo.

Ximena: lamento no poder complacerte muchachita, porque él trabaja para mí.

Regina: pero no será por mucho tiempo- dijo viéndola de manera retadora-

Enfermera: venga conmigo.

Alicia: anda hijita, yo te espero aquí.

Regina se fue con la enfermera después de lanzarle una mirada de enojo a Ximena.

Ximena: así que usted es la mamá de Daniel, mucho gusto.

Alicia: no puedo decir lo mismo, por favor retírese, nosotras nos haremos cargo.

Alicia se alejó y la ignoró por completo, ante esto Ximena decidió que lo mejor por el momento era irse

Regina entró a ver a Daniel, él estaba dormido y con un yeso en una de sus piernas.

Enfermera: si me necesita estaré muy cerca de aquí.

Regina: gracias.

Regina se acercó a él y le dio un beso en la frente, Daniel despertó.

Daniel: mi amor, viniste.

Regina: aquí estoy, ¿Cómo te sientes?

Daniel: un poco mareado.

Regina: seguro es por los analgésicos.

Daniel: ¿Qué tan grave fue?

Regina: tuviste una leve fractura, tendrás que tener la pierna inmóvil algunos días, pero gracias a Dios no fue nada grave.

Daniel: solo recuerdo cuando todo cayó sobre mí y ya luego un fuerte dolor.

Regina: vas a estar bien. - dijo mientras le acariciaba el rostro-

Perdón que los interrumpa, pero vine a ver al paciente. - dijo un hombre de unos 60 años-

Doctor: soy el ortopedista de turno, ¿me permite revisarlo?

Daniel: ¿ella puede quedarse?

Doctor: claro, no hay problema.

El doctor revisó la pierna de Daniel, al terminar les informó.

Regina: ¿va a tardarse en recuperar?

Doctor: afortunadamente no fue una factura de cuidado, sin embargo, debe permanecer en reposo al menos por dos semanas.

Daniel: ¿dos semanas? Es mucho tiempo.

Regina: el que sea necesario va a estar bien porque yo misma voy a cuidarlo.

Daniel volteó a verla sorprendido

Daniel: ¿hablas enserio?

Regina:  si te pedí esta mañana por mensaje que fueras al departamento fue porque quiero que te quedes definitivamente con nosotras, si tú quieres claro.

Daniel: yo encantado de que me cuides, ¿pero y tu trabajo?

Regina: por eso no te preocupes yo me las arreglo.

Doctor: bueno pues como veo que tendrá enfermera las 24 horas lo daré de alta hoy mismo con la condición de que se mantenga en reposo y siga todas las indicaciones que voy a anotarles.

Regina: de eso yo misma me encargo, así tenga que amarrarlo a la pata de la cama.

Doctor: bien, firmaré la orden de salida, mientras nos dan la orden el efecto de mareo ira desapareciendo y se lo sustituiré por otros medicamentos que debe tomar por vía oral.

Daniel: está bien.

Doctor: regreso en un rato.

Regina: voy a decirle a tu mamá que pase, tiene muchas ganas de verte.

Regina le dio un beso en los labios y salió.

Ximena llegó a su casa furiosa.

Ximena: ¿Qué se cree esa mujercita? ¿Qué su belleza la hará retener a Daniel? ¿O esa hija que tienen? Nooo, me voy a encargar de demostrarle a Daniel que puedo ser mucho mejor que ella.

Alicia: que buen susto me diste hijo.

Daniel: perdón mamá, fue un accidente, pero ya sabes que no fue de cuidado.

Alicia: me dijo Regina que regresaron, no sabes el gusto que me da.

Daniel: si, estoy tan feliz, si pudiera saltaría una pata, pero no puedo.

Alicia rio ante este comentario.

"Miranda: ¿entonces va a estar bien?

Regina: si mi vida, tu papito se va aliviar pronto, pero va a necesitar de las dos, estas dispuesta a ayudarme?

Miranda: ¡si!- dijo emocionada.

Regina: bueno, entonces dile a Esperanza que prepare algo muy rico y saludable para tu papá, en un rato estaremos en el departamento"

La pequeña empezó a saltar de la emoción por toda la sala.

Miranda: Mi papito va vivir con nosotras, ¿por fin!

Del otro lado Regina sonreía al escuchar tan feliz a su hija.

Regina: mi vida pásame a Esperanza tengo que darle algunas indicaciones.