Manual para padres [Larry Stylinson] [M-preg]

Capítulo 21 "Conversaciones y ropa de bebé"

Siete meses y medio y ya quería tener a su pequeño en sus brazos y saber si tendría el cabello rizado o lacio; si sus ojitos serían azules o verdes; si su labios serían tan finos como los de su novio o más gruesos como los de él, si aprendería a decir primero papá o papi y aunque ya le había dicho a todos que no lo haría, esperaba que naciera para poder consentirlo y que Louis se enojara por hacerlo.

Con una sonrisa en los labios regresó a la realidad y vio como le quitaban a su novio el yeso del brazo y la venda de la cabeza, prácticamente el ojiazul ya estaba recuperado, solo hacía falta algo de fisioterapia para su brazo y todo iría bien; el doctor le había dicho que siguiera con los mismos cuidados desde el día del accidente: evitar caminar grandes distancias, subir escaleras, cargar objetos pesados, estar mucho tiempo de pie y sobre todo tener mucho cuidado en las duchas. Harry sabía que su castaño novio estaba harto de estar sentado todo el tiempo o en su caso recostado pero tampoco iba a permitir que hiciera algo y se lastimara.

-¿Estás tomando las vitaminas Louis? -preguntó el doctor Roberts y el aludido asintió- ¿Harry?

-Sí doc, yo mismo lo obligo a tomarlas ¿Pasa algo?

-Tu peso ha disminuido Louis ¿Has comido bien? -Louis volvió a asentir, el doctor vio a Harry para tener una afirmación y suspiró- supongo que estar en cama ha afectado en tu peso pero para estar seguros te mandaré a hacer unos análisis; no tardo.

El rizado se acercó a su novio y acarició el cabello de éste viendo como sus pómulos resaltaban más; lo había notado hace poco solo que no esperaba que fuese algo para preocuparse, le plantó un beso en la frente y lo atrajo hasta su pecho.

-Estoy bien Harry, seguramente es por estar todo el día acostado en esa cama, o era eso o engordar pero más gordo de lo que estoy no creo que pueda -el rizado soltó una risita y con cuidado acarició el brazo que antes tenía enyesado el ojiazul.

-Extrañaba tu brazo...

-Harry, siempre estuvo ahí -dijo Louis viendo a su novio como si estuviera loco.

-Lo sé, pero era extraño que solo me abrazaras con un brazo -hizo un tierno puchero y el ojiazul lo vio como si fuera la cosa más tierna que existiera en el mundo, porque para él lo era. Un carraspeó lo distrajo del mundo donde solo existía Harry y volteó a ver al doctor Roberts entrar con tubos y jeringas para extraer sangre.

-¿Listo Louis? -el castaño asintió y se preparó para la rutina médica.

***

Ahora que Louis estaba un poco mejor el rizado volvió a la empresa. La última vez que su madre llamó, ésta le había dicho que su trabajo seguía ahí para cuando quisiera regresar; no quiso comentarle sobre lo que su padre había dicho porque era necesario que ellos hablaran a solas y el rizado se puso a pensar que de alguna u otra forma eso no iba a salir como esperaba.

Llegó al gran edificio y todos los trabajadores lo recibieron con una sonrisa, como si fuese el presidente de la nación, era el vicepresidente de la empresa pero no era para tanto; cuando llegó a su oficina, de inmediato Peter y Liam entraron a ella sin previo aviso y se sentaron frente al rizado.

-Claro, pasen -dijo con sarcasmo el ojiverde.

-Vaya que Louis te ha impregnado algo de su carácter -dijo Liam con una sonrisa- ¿Cómo está?

-Bien, ayer fuimos a que le quitaran el yeso y la venda; el doctor dijo que le faltaba algo de peso y mando hacer algunos estudios, mañana nos dan los resultados...solo espero todo salga bien.

-Ya verás que si -dijo Peter con una sonrisa- por cierto... tu padre quiere hablar contigo ¿Qué hiciste? No me ha querido contar nada.

-Cuando recién salió Louis del hospital mamá y papá fueron a su departamento a buscarme y les dije todo -Liam, que estaba jugando con un lápiz lo quebró a la mitad cuando escuchó al rizado y volteó a verlo atónito.