Pesadillas

2.-Día uno.

Al día siguiente.

Ayer fue mi último día viviendo con mis padres. Ahora estoy recibiendo a los de mudanza, traje solo algunas cosas puesto que la casa ya tiene lo necesario y prácticamente nunca va a faltarme nada.

Comencé a meter caja por caja. Pero sinceramente al entrar me esperaba algo mágico o ruido, en su lugar había un silencio sepulcral. Y una gran cantidad de polvo que me provoco un estornudo. 

Mi ánimo aún no decaía. Todavía debía ver mi habitación.

[...]

Un desastre, estaba completamente vacía. Odiaba el polvo y ahora lo veía por todos lados. No había ni un solo lugar sin polvo. ¡Incluso el piso tenía polvo!

[...]

Tras horas de limpiar todo lucía tan brillante. Fue un verdadero reto. La parte de los baños fue realmente traumante ._.

Mi cena fue algo solitaria. No había nadie a mi alrededor, salvo fideos instantáneos y el sonido de las cigarras en el patio. Mañana arreglaría el patio.

Dejé mi cena de lado, me dí un buen baño y me dirigí a mi habitación. Tendí una cobija, coloqué una almohada, saque una sabana y me recosté para dormir. 

Traté y traté pero el sueño no venía a mi. Estaba decepcionada con la casa y conmigo misma. No había sucedido nada y estaba abrumada por tanto silencio. Mi casa no era silenciosa y cuando tenía 6 años tampoco aquí había silencio. 

¿Por mi la casa no tiene vida?

Con más malos pensamientos pesimistas en mente no tarde en llorar seguido de un ataque de ansiedad.

Fue un mal primer día.