Capítulo 13 - Arreglar las cosas

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Ainz con Albedo a su lado abre la puerta de la mansión donde Sebas y Solution están estacionados y camina a través de ella. Ambos ya los esperan haciendo reverencias educadas en el momento en que Ainz entra por la puerta. Una leve sonrisa decora la cara de Solution y Sebas tiene su habitual expresión neutra con unas gotas de sudor en la frente traicionando su estado mental.

Incluso con una mirada rápida, Ainz pudo ver sus estados de ánimo.

"Sebas, Solución, primero, quiero agradecerte por tu trabajo. La solución, ¿cómo te gustaría ser recompensado por tu excelente desempeño?"

Encantada por los elogios de Ainz, ella responde:

"Lord Ainz, si pudiera mantener uno de los Seis Brazos, Edström como mi alimento y humildemente pedirle que se cure una vez a la semana para que no expire".

"Por supuesto, puedes pedirle a las enfermeras que la curen cuando haya una necesidad", dice Ainz, y luego dirige su atención a Sebas.

"Sebas, quiero ver a tus 'mascotas' antes de discutir tu recompensa".

"Los traeré de inmediato, Lord Ainz", responde con voz tensa.

Ainz con Albedo siéntate en un autocar mientras Albedo gruñe en silencio,

"¡Debería ser castigado, no recompensado!"

"Albedo, déjame manejar esto, y no hay acciones precipitadas", dice Ainz con calma.

"Sí, mi amado, me contendré".

Sebas regresa con dos chicas a cuestas. Primero, una rubia aparece a la vista. Ella se vuelve blanca, pero de alguna manera mantiene la compostura y se aferra a la manga de Sebas. Finalmente, una chica de cabello castaño entra, ve a Ainz, chilla, se ensucia y luego se desmaya, cayendo al suelo.

Al ver la escena, la cara de Albedo se retuerce de ira, y ella se levanta, sacando su bardiche. Ainz la agarra de la mano, calmándola de nuevo. Albedo se sienta, pero todavía mira a la chica desmayada mientras agarra su arma.

Para no alargar más la situación, Ainz se dirige a Sebas,

"Sé por qué les perdonaste la vida. Tu creador, Touch Me, habría hecho lo mismo en esta situación. Lo que quiero saber es, ¿por qué me lo escondiste?" Su voz no llevaba ira, solo decepción.

La pregunta destrozó Sebas desde dentro. Estaba preparado para defender su decisión de perdonar a ambas chicas, pero su maestro ya entendía sus motivaciones. Había guardado un secreto del supremo en un temor equivocado de ser malinterpretado.

Después de un momento de silencio, Sebas responde con una voz quebrada,

"Mi Señor, no tengo excusa. Le fallé a tu confianza".

Ainz puede ver claramente la cara de Sebas mostrando vergüenza y culpa. En general, es solo una insubordinación menor, pero con Ulbert haciendo algo similar, Ainz teme que las cosas se intensifiquen y potencialmente se mantengan en la oscuridad sobre problemas mucho más serios.

Mientras Ainz piensa en cómo responder a la chica rubia, además sebas cambia de sostener su manga a tocar suavemente la mano de Sebas para darle algo de consuelo. Al mismo tiempo, siente que Albedo aprieta su propia mano esquelética con más fuerza como respuesta a la escena frente a ellos.

Hay algo extrañamente familiar en la chica rubia, la forma de su cara y ojos. Para no atormentar más a Sebas, Ainz vuelve a hablar.

"Dejaré que esto pase con solo una advertencia esta vez. Eres perdonado, Sebas. Sin embargo, no me ocultes nada en el futuro".

"Gracias, Señor Ainz. No soy digno de tal perdón", dice Sebas con una reverencia.

"Continuando, como recompensa por tu excelente trabajo, puedes decidir el destino de estas dos mujeres que has salvado".

Overlord: Lords of Ooal GownWhere stories live. Discover now