Capítulo 13 "El Intento" Parte 1

Start from the beginning
                                    

Luego de una larga búsqueda, pude encontrar otro vestido de color rojo, mucho mas sencillo y sin escote alguno. Comencé a buscar entre cajones ropa intima que pudiera utilizar.

Luego de una hora y media me encontraba completamente lista.

Mire la puerta con cierta interrogación, Mustafa no había venido por mi en ningún momento, ni siquiera me había asegurado si yo podía asistir a esa fiesta. Con lentitud me acerque a la cerradura y la tome con desconfianza. La gire lentamente, intentando descifrar si estaba bajo llave o si milagrosamente se le habían olvidado cerrarla.

Mi rostro se tiño de sorpresa al comprobar que no estaba cerrada desde afuera y que podía salir al pasillo sin dificultad alguna.

Mire el pasillo con desconfianza, ¿Porque no habían cerrado la puerta como siempre?

Había optado por utilizar tacones por lo cual podía escuchar como estos resonaban con cada paso que daba por ese pasillo desolado. Aunque el vestido no era demasiado corto, aun mis piernas quedaban expuestas.

No sabía a donde ir exactamente por lo cual deje que la musica me guiara y me llevará hasta donde provenía. Podía escuchar como el bullicio aumentaba cada vez que me encontraba más cerca. Baje las escaleras que había bajado con Mustafa aquella mañana que me llevo a desayunar por orden de su jefe.

Mis pasos me guiaron hasta un enorme salón repleto de personas vestido en forma de gala. Todos conversaban entre ellos o tomaban de una copa de champán. El lugar se encontraba completamente arreglado para la ocasión. Con una barra para bebidas y meseros moviéndose de un lado a otro con bandejas repletas de copas o pequeños aperitivos.

Había una banda de músicos en una esquina, tocando una piesa para la ocasión, nada alborotosa.

Mi vista recorrió el lugar, intentando encontrar a Mustafa o a Caden, pero prefería encontrar al primero.

Los hombres vestidos en trajes costosos se encontraban hablando de una manera seria sobre sus negocios, ignorando el bullicio que se desarrollaba a su alrededor. Por otro lado, las mujeres parecían estar metidas en su propio mundo de hipocrecia. Mirando cada detalle del lugar, criticando cada mínimo detalle que parecía crearles molestia y sobretodo hablando de cosas que no tenían la mayor importancia.

Me sentía nerviosa, aunque las personas presentes no parecían notar mi presencia, pero aun así me sentía amenazada por sus imponentes presencias.

Comencé a entremesclarme entre todas esas personas, mirando a todos los lados donde pudiera encontrar alguna salida. Comenzaba a sentirme sofocada entre medio de tanta gente.

Mi cuerpo se tenso al sentir un brazo rodear mi cintura con fuerza y hacerme chocar con un pecho detrás de mi espalda.

Una respiración calida se coloco al lado de mi oreja, a menudo que los dedos que me mantenían retenida comenzaban a clavarse en mi piel a través del vestido, como si quisiera atravesarme con ellos. Una colonia varonil conocida se instalo en mis fosas nasales al igual que el calor corporal de un cuerpo.

—¿Donde esta el vestido que te compre?—su voz salio en un tono tranquilo y ronco pero podía notar el enfado detrás de sus palabras.

Mi cuerpo comenzó a temblar ante su notable sercania y la manera peligrosa y dolorosa en la cual agarraba mi cintura.

Un leve quejido salio de mis labios por su manera de lastimarme.

—Tuve un inconveniente con el—menti en un susurro, rogando que me creyera y que de esa manera se alejara de mi.

Su agarre disminuyó un poco pero no me soltó por completo. Se apartó de mi por un par de segundos, para colocarse a mi lado y acercarme mas a el.

Ni siquiera levante la mirada para mirarlo, era dos cabezas mas alto que yo. Mi vista estaba fija en las personas que se movían a nuestro alrededor, sumergidos en sus propias conversaciones.

—Al menos finge una sonrisa—advirtio en un tono duro.

Sentí un nugo formarse en mi estomago, podía sentir como mi corazón latía contra mi pecho con fuerza y rapidez. Mis manos a mis costados sudaban por el nerviosismo, mi respiración era apenas percibible por los nervios, podía sentir como con cada segundo que pasaba se me dificultaba cada vez mas el tragar saliva.

Las comisuras de mis labios fueron elevándose en una notable sonrisa forzada, que solo expresaba mi incomodidad y sobretodo mi miedo.

Por alguna razón que desconocía mis ojos comenzaron a cristalizarse, haciendo que mis labios temblaran.

—No te pierdas de mi vista—ordeno, fue lo ultimo que susurro antes de desaparecer de mi vista y dejarme completamente libre por el momento.

Deje que todo el aire retenido saliera de mis pulmones al no sentir su cercanía. Pero no, eso no me hacia sentir aliviada. Me sentía sofocada entre tantas personas desconocidas, no podía fingir que todo estaba bien cuando obviamente sabia que no.

Desesperada y agobiada, comencé a recorrer el salón con la vista, intentando encontrar una puerta que me llevara a un lugar mas apartado.

Decidi volver por el mismo lugar que había llegado, chocando accidentalmente con un par de personas, ganandome unas cuantas  miradas fulminantes.

Una vez fuera del salón comence a respirar calmadamente, con inhalaciones profundas y pausadas, intentando calmar los latidos de mi corazón.

Un poco mas calmada mire a mi alrededor, pensando que esa era el momento indicado para darle inicio a mi plan de huida.

Mire una puerta que parecía llevarme a un lugar mucho mas apartado del salón que hace algunos minutos había dejado atrás. Ignorando la advertencia de Caden, de no perderme de su vista.

Gire la cerradura, dando con un despacho solitario y cálido.

Mire detrás de mi para asegurarme que nadie me vería entrar en aquel lugar. Una vez todo asegurado, entre, cerrando la puerta detrás de mi y comenzando a examinar con la mirada todo el lugar.

Mi vista se fijo en los enormes ventanales que daban al patio trasero. Todo parecía estar desolado en el exterior, sin personas.

Me acerque a ellas y comencé a pensar en como llegar hasta aquel lugar. El interior de esta casa parecía ser un laberinto de pasillo y puertas. Si me decidía a buscar la salida perdería tiempo valioso o tal vez jamas la encontraría, por lo cual debía pensar en otra manera de salir.

Mi vista se fijo en el par de lamparas que se encontraban en el espacioso despacho.

Era mi momento de huir, de escapar de este aterrador futuro que me aseguraban si me quedaba mas tiempo en este lugar, en las manos de ese hombre.

Mi respiración se estanco al escuchar como la puerta era abierta detrás de mi y la presencia de alguien parecía introducirse en el lugar, cerrando la puerta sin hacer mucho ruido.

MY RAPTORWhere stories live. Discover now