1. No es otro cuento de terror

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"El rugido del motor alertó a Max. Su madre, sentada en el lado izquierdo, bajó la ventanilla.-Volveremos mañana- gritó - portate bien, no le abras la puerta a nadie, come algo y no te duermas demasiado tarde-. Se despidió agitando la mano, su hermano la imitó y su padre giró el volante hacia la izquierda, con la mirada fija en el camino.

    Max ingresó a la casa y cerró la puerta de entrada de la casa con pestillo.-Bien, son las 8- pensó reclinado sobre la puerta- tengo una hora para estudiar y luego podré hacer lo que quiera-. Max se enderezó y caminó hacia las escaleras. Subió dos peldaños, pero algo lo detuvo. Se dió media vuelta, mirando hacia el pasillo que daba al baño intentando ver algo. Creía haber visto a alguien. Tal vez era una ilusión. Tal vez eran era una alucinasión provocada por las drogas. Tal vez era alguien. Tal vez era una sombra, bajo las luces parpadeantes. Tal vez era un mounstruo. Algo inhumano. Sin embargo, le restó importancia y continuó su camino hacia el 2°do piso. Las luces parpadearon una vez más antes de apagarse definitivamente. Max, indiferente, llegó al pasillo y nuevamente la cosa de pie al final de este estaba ahí. Max abrió la puerta de su habitación y se encerró en ella. 

    Pasada una hora, Max dio por terminado su estudio. Con pesadez y molestia, cerró con un golpe sordo su cuaderno y apoyó su frente en la mesa. Afuera se oyeron tres golpes en el material blancuchento de la puerta de la habitación. Max levantó la cabeza rápidamente, alerta. Poco a poco y casi sin hacer ruido, se levantó de la silla que emitió un casi inaudible chirrido. De puntillas, Max caminó hacia la puerta. No tenía idea de quien podría estar ahí, al otro lado de la puerta. Se suponía que nadie más que el estaba en esa casa. ¿Acaso quería hacerle daño? Sólo una puerta de blanca madera labrada lo separaba de sus probablemente horrorosas intenciones. Apoyó la frente lenta y silenciosamente sobre la puerta y susurró para sí:

-Tranquilo, no hay nadie en esta casa además de tí. Es sólo tu imaginación. Y nada más-. Armándose de valor, Max giró el pomo dorado que relucía entre sus dedos y se preparó para lo peor cerrando sus ojos. Tiró la puerta hacia sí. Pero no había nadie. El pasillo estaba absolutamente vacío y a oscuras. Max temerosamente se asomó por el marco de la puerta y escudriñó en ambas direcciones del pasillo. Nada. Las luces volvieron a parpadear y se encendieron.Max estaba confundido. Habían sucedido cosas raras en sólo 2 horas.

   Salió de su habitación a buscar algo para comer. Apenas salió, la puerta se cerró violentamente, dando un golpe ruidoso que resonó a través del pasillo vacío. Max, sobresaltado y horrorizado caminó hacia atrás. Su pecho subía y bajaba rápidamente debido a su respiración rápida. Se avalanzó hacia el umbral de la puerta desesperado y tomó el celular que estaba en su cama. Lo desbloqueó temblando, marcó a su madre y colocó en celular en su oreja. Se oyeron los clásicos pitidos que indicaban el enlace de la llamada. Max creyó que estaba salvado. 《Deje su mensaje en el buzón de voz》 pronunció la voz robótica del servicio. -Mierda- Maldijo Max.        Estaba perdido. Perdido y solo, ante una amenaza invisible. Max nunca había sentido algo así. En la planta inferior, algo cayó al suelo. Max, al borde del colapso, tomó un bate que oportunamente tenía en su habitación y bajó las escaleras con el objeto en alto, listo para golpear a cualquiera que se atravesara en el camino. Con el miedo a flor de piel, se ocultó en la oscuridad de la escalera, esperando no ser descubierto por lo que sea que se ocultaba en su casa. Inhaló profundo para mantener la compostura. Casi arrastrándose bajó los últimos peldaños, con el corazón a mil. Las luces volvieron a parpadear y a apagarse.

     Logró distinguir una silueta oscura, delgada y alta. Su cabeza chocaba con el techo. Estaba de espaldas a él. Súbitamente, el ser dio vuelta su cabeza hacia su dirección. Lo observó fijamente con sus relucientes ojos blancos que parecía que podían observar su alma. El ser dio vuelta el resto de su cuerpo y empezó a caminar con movimientos entrecortados hacia el, apartando los objetos en su camino. Max, temblando, alzó el bate sobre su hombro mientras retrocedía, pero al final chocó con la pared, sin escapatoria. El ser tenía a Max acorralado. Abrió su boca, una grande y llena de filas de dientes largos y afilados. Su garganta desprendía una suerte de luz grisácea e hipnotizante. Cada vez se acercaba más a la cabeza de Max. Cerró los ojos esperando lo peor. Pero no pasó nada. El ser había desaparecido. 

Max exhaló intentando calmarse. Lo que estaba pasando era digno de una novela de terror. Apoyando en la pared, se deslizó hacia el suelo, se acostó y se hizo bolita, deseando de que todo fuera una pesadilla. Murmuró asustado para sí.

-Esto es sólo una pesadilla. Pronto vas a despertar y todo habrá pasado. Esto es sólo un sueño. Y nada más- repitió.

Otra presencia lo alarmó. Ahora lo observaba, algo observaba a Max, pero el no sabía como describirla. La prescencia no estaba ahí, al menos no físicamente."

Terminé de teclear las palabras, plasmadas en la pantalla de mi computador. No tenía ni idea de cómo terminar la historia.

-Otra idea más a la basura- dije molesto. Sólo ideas inconclusas rondaban por mi cabeza. Fragmentos de otras realidades que ingresaban a la nuestra. Frustraado, me levanté de mi cómoda silla de escritorio negra y caminé a la cocina. Abrí el refrigerador y saqué un paquete de galletas cualesquiera. No me importaba de cuál de mis compañeros de la Iglesia fuera, sólo quería que alguna idea ingresara a mi mente. Volví a mi habitación mientras me comía una. Estaba tan metido en las ideas que flotaban sin relación alguna en mi mente, que ni siquiera me fijé que estaba comiendo.

    Prácticamente me tiré en la silla a terminar de comerme las galletas del paquete, cuando oigo un ¡click! del mouse y el sonido de las teclas. El cuento se estaba escribiendo sólo, como por arte de magia. Una magia oscura y vil. Se escribió un diálogo. Uno de Max.

"-Tú- dijo con los dientes apretados y los ojos refulgientes de furia.- Despreciable criatura, que disfruta mi tortura y susto. Torturas por diversión, a mí, un ser hecho de tinta y papel-."

Con cada palabra que escribía, me daba la sensasión que se acercaba más y más.

"-Atrapado aquí, en un objeto tan mundano como un computador. Yo, un ser con un poder inimaginable- el volumen de su voz  se elevaba cada vez más, al igual que su ira.- Atrapado quí por un ser tan despreciable y simple. Pero no por mucho- dijo sonriendo malévolamente mientras alzaba los brazos."

No sabía lo que iba a suceder. Quizá, si hubiese reaccionado sólo unos segundos antes, no estaríamos bajo constante amenaza.

Abrí mis ojos de par en par. Eso claramente era anormal. Acercqué mis manos al teclado e inserté mi propio diálogo.

"-Max, ¿qué diablos está pasando?- inquirió el Escritor, preocupado. No sabía quien -o qué- era Max realmente, ni que era lo que el mismo había hecho."

Segundos después recibió una respuesta.

"-Tú- dijo iracundo caminando hacia él de la misma forma en la que el mounstruo lo había hecho.- Me quitaste todo mi poder y me encerraste aquí, en un mundo ficticio y básico que limita mis fuerzas. Pero yo pronto seré libre-." Entonces lo comprendí. Pero era demasiado tarde. Las luces se apagaron raudamente y la pantalla de mi computador estalló. Algunos de los fragmentos de la pantalla se enterraron en mi mano. Donde antes estaba el texto del cuento, había un enorme agujero. Eso estaba libre.

Llevo 20 años huyendo del ser. Es demasiado poderoso para poder detenerlo. Sólo podemos protegernos. La gente debe saberlo. Tú, viajero y sobreviviente,todavía tienes tiempo. Aún así necesitas más protección contra eso. Llévate un amuleto. Espero que escribir esto me libre de cierta forma de la horrible acción que voy a cometer.

                                                                                                                                                -G.I.A.S; 24-04-2002

Historias Cortas Que Se Me OcurrenWhere stories live. Discover now