☆"Verano de 1985, adolescentes salían de sus casas para poder disfrutar el último verano en la preparatoria.
Cines llenos, ir a gastar un poco de tus ahorros en los arcades con alguno que o otro videojuego, visitar a sus chicas y chicos, ir a ferias...
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El vaho de mi aliento hizo que me calentara un poco, cosa que agradecía demasiado ya que mi nariz probablemente estaría completamente colorada, al parecer serían unas blancas navidades. La pequeña llave del auto hizo un vip para después indicarme que ya se había abierto el seguro, me adentré en la Jeep, para después empezar a conducir hacia el lugar. Al llegar, entre a la tienda, solo compre lo necesario, le agradecí a la señorita del lugar y salí con todas las bolsas de nuevo hacia el frío clima, clima en el cual comenzaba a lloviznar.
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7:30 de la mañana, todavía teniendo tiempo de tal vez ir a desayunar algo y después comenzar a preparar todo para la tarde, al pasar toda la creciente lluvia, encontré una pequeña cafetería a lado de un par de edificios del centro de la ciudad, corri lo más rápido posible y empuje la puerta de cristal, era bastante acogedora, y como toda la cuidad, decorada con cosas de navidad. Quite mi bufanda ya Que la calefacción era evidente en el lugar, pero no lo suficiente para que siguiera frotándome las manos para entrar en calor, tome la pequeña mesa cerca de la venta para admirar las hermosas calles iluminadas, si que era bonito, pero no tanto como mi hermoso Manhattan.
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Ordene lo de siempre, un rol de canela con mi capuchino con leche de soya, para mi suerte, vendían cosas veganas, entonces me aseguré que lo que pidiera, fuera así. El lugar era bastante bonito, sonreí al pensar que estaba en mi época favorita del año, y cada rinconcito de la cuidad me lo recordaba. Regrese mi mirada al frente ya que sentí que alguien me observaba, era un chico tal vez de mi edad, con cabello castaño y con unos ojos cafés muy bonitos. Traía un suéter azul marino que le llegaba hasta el cueño y parecía estar desayunando unos huevos estrellados. Al conectarse nuestra mirada, solo le di una leve sonrisa por cortesía pero no le tomé mucha importancia, baje mi mirada para después agradecerle al mesero por mi pedido, cuando se retiró de la mesa, vi que tenía enfrente mío al mismo chico del que estaba hablando. -¿Puedo sentarme?.- pregunto este amablemente mientras señalaba el lugar vacío, mire hacia ambos lados, mi rostro confuso se noto a leguas y el lo percibió.
