39 | chau

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.:. CHAPTER THIRTY-NINE .:.
( BYE )


NADIE EN HOGWARTS CONOCÍA LA VERDAD de lo ocurrido la noche en que desaparecieron Buckbeak, Sirius y Pettigrew.

Malfoy estaba furioso por lo de Buckbeak. Estaba convencido de que Hagrid había hallado la manera de esconder el hipogrifo, y parecía ofendido porque el guardabosques hubiera sido más listo que su padre y él. Percy Weasley, mientras tanto, tenía mucho que decir sobre la huida de Sirius.

-¡Si logro entrar en el Ministerio, tendré muchas propuestas para hacer cumplir la ley mágica! -dijo a la única persona que lo escuchaba, su novia Penelope.

Aunque el tiempo era perfecto, aunque el ambiente era tan alegre, todos estaban tristes por la partida del profesor Lupin.

-Me pregunto a quién nos pondrán el próximo curso -dijo Seamus
Finnigan con melancolía.

-Tal vez a un vampiro -sugirió Dean Thomas con ilusión.

-Pero como mi padrino no hay -dijo Lyra con orgullo.

Los resultados de los exámenes salieron el último día del curso. Harry, Ron, Lyra y Hermione habían aprobado todas las asignaturas.

Percy obtuvo las más altas calificaciones en ÉXTASIS. Fred y George consiguieron varios TIMOS cada uno. Mientras tanto, la casa de Gryffindor; en gran medida gracias a su espectacular actuación en la copa de quidditch, había ganado la Copa de las Casas por tercer año consecutivo.

Por eso la fiesta de final de curso tuvo lugar en medio de ornamentos rojos y dorados, y la mesa de Gryffindor fue la más ruidosa de todas, ya que todo el mundo lo estaba celebrando.








YA EN EL EXPRESO DE HOGWARTS  Hermione les dio una noticia.

-Esta mañana, antes del desayuno, he ido a ver a la profesora McGonagall. He decidido dejar los Estudios Muggles.

-Pensaba en las vacaciones -dijo Harry acariciando la cabeza de Apolo.

-Sí, yo también he estado pensando en ellas -dijo Ron- Harry, tienes que venir a pasar unos días con nosotros. Lo comentaré con mis padres y te llamaré. Ya sé cómo utilizar el felétono.

-El teléfono, Ron -le corrigió Hermione.

-¿Y nosotras? -preguntó Lyra ofendida- ¿No nos vas a invitar? -preguntó- Hermione eres Bienvenida de venir a mi casa cuando quieras, tenemos una enorme biblioteca y te puedo mostrar la maleta de mi abuelo.

Hermione acepto gustosa mientras reia de la cara de Ron.

Jugaron al snap explosivo, y cuando llegó la bruja con el carrito del té, compraron un montón de cosas de comer.

-Miren -dijo Hermione- ¿qué es eso de ahí fuera?

Algo muy pequeño y gris aparecía y desaparecía al otro lado del cristal. Era una lechuza que llevaba dos carta demasiado grande para ella. La lechuza era tan pequeña que iba por el aire dando tumbos a causa del viento que levantaba el tren. Harry bajó la ventanilla rápidamente, alargó el brazo y la cogió.

La lechuza dejó caer las carta sobre el asiento de Harry y comenzó a zumbar por el compartimento, contenta de haber cumplido su misión.

Harry recogió las cartas y le paso una a Lyra.

-¡Son de Sirius!

Lyra guardo la suya en el bolsillo, preferia leerla en su casa.

-¿Qué? ¡Léela en vozalta!

Querido Harry:

Espero que recibas esta carta antes de llegar a casa de tus tíos.

No sé si ellos están habituados al correo por lechuza.

Buckbeak y yo estamos escondidos. No te diré dónde por si ésta cae en malas manos. Tengo dudas acerca de la fiabilidad de la lechuza, pero es la mejor que pude hallar, y parecía deseosa de acometer esta misión.

Creo que los dementores siguen buscándome, pero no podrán
encontrarme. Estoy pensando en dejarme ver por algún muggle a
mucha distancia de Hogwarts, para que relajen la vigilancia en el
castillo.

Hay algo que no llegué a contarte durante nuestro breve encuentro: fui yo quien te envió la Saeta de Fuego y el perro de Lyra.

Crookshanks llevó el envío a la oficina de correos. Utilicé tu nombre,
pero les dije que cogieran el oro de la cámara de Gringotts número 711, la mía. Por favor, considéralo como el regalo que mereces que te haga tu padrino por cumplir trece años.

También me gustaría disculparme por el susto que creo que te di aquella noche del año pasado cuando abandonaste la casa de tu tío.

Sólo quería verte antes de comenzar mi viaje hacia el norte. Pero creo
que te alarmaste al verme.

Te envío en la carta algo que espero que te haga disfrutar más el próximo curso en Hogwarts.

Si alguna vez me necesitas, comunícamelo. Tu lechuza me
encontrará.

Volveré a escribirte pronto.

Sirius

Dentro del sobre habia una autorización pars visitar Hogsmeade.

-Esto le bastará a Dumbledore -dijo Harry contento. Volvió a mirar la
carta de Sirius- ¡Un momento! ¡Hay una posdata...!

He pensado que a tu amigo Ron tal vez le guste esta lechuza, ya que
por mi culpa se ha quedado sin rata.

Ron abrió los ojos de par en par. La pequeña lechuza seguía gimiendo de
emoción.

-¿Quedármela? -preguntó dubitativo. La miró muy de cerca durante un
momento, y luego, se la acercó a
Crookshanks para que la olfatease.

-¿Qué te parece? -preguntó Ron al gato- ¿Es una lechuza de verdad?
Crookshanks ronroneó.

-Es suficiente -dijo Ron contento- Me la quedo.

Ya en la estación de King's Cross. Harry, Lyra, Ron y Hermione atravesaron la barrera del andén nueve y tres cuartos.

-¡Te llamaré por los Mundiales! -gritó Ron a Harry, al despedirse de ellos.

Lyra se quedo un momento al lado de Harry tratando de localizar a sus abuelos, hasta que los vios.

-Bueno, ahi estan mis abuelos -los señalo- Te voy a mandar muchas cartas y te voy a mantener informado sobre Sirius.

La rubia se acerco rápidamente para saludar a Harry con un beso en la mejilla pero el chico se movio sin querer, asi que sus labios terminaron unidos.

Se separaron rápidamente rojos hasta las orejas.

-Nos vemos, Harry.

-Chau... Nix.

✓ | lyra y el prisionero de azkaban [3]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum