5• Aroma a Esperanza

10 5 1
                                    

Por andar de distraída pensando en que posiblemente Verónica guste de Santiago piqué lo que no era y ahora estoy sangrando por mi dedo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Por andar de distraída pensando en que posiblemente Verónica guste de Santiago piqué lo que no era y ahora estoy sangrando por mi dedo.

¡Que estúpida, Lia!

—¡Zzzz! —siseo por el ardor del alcohol con mi piel abierta.

—Lo siento —Verónica se disculpa, pero aún pasa el algodón por mí herida y arde.

Puedo ver el largo de sus pestañas y sus pómulos un poco rosaditos cambiando con su castaño cabello lacio y sus cejas ni tan gruesas ni tan finas, sin perfectas y pobladas.

Tengo que preguntarle pero no quiero parecer inoportuna o muy precipitada y que sospeche algo.

Verónica envuelve mi dedo en un poco de gaza y lo sella con una bandita de color azul pastel, mi favorito.

—¿Te gusta Santiago? —las palabras salieron de mi boca sin darme cuenta.

Verónica levanta su cara y con una expresión de tranquilidad habla, mirando mi dedo.

—No, no me gusta —responde—, sólo tuve encuentros que significaron algo en 2018 y 2019, pero ya no, estamos en 2022...

—Entiendo... —asiento—. Vero, quería darte las gracias por lo que hiciste por mí cuando sucedió lo que mis padres...

—No tienes por qué, mi papá tenía que pagar por lo que hizo —lleva un mechón de su cabello por detrás de la oreja. Muchos tenían qué...

—No, al contrario, lograste que no estuviera todavía en la cárcel —río—. Te amo por eso...

Ella se sobresalta por mí confesión. Estoy asustada por lo que vaya a decir. Ya la cagué...

—Tambien te amo, Lia e igual haría eso y más por ti...

Se acerca a mí y me envuelve en un abrazo que correspondo al instante y entierro mi rostro en su cuello, huele a azúcar quemada. Nos separamos y quedamos a poco centímetros de nuestros rostros, siento algo poco a poco me hace acercarme a ella.

—Hueles a azúcar quemada...

Ella ríe y su aliento de crema dental choca conmigo. Estamos demasiado cerca que solo un movimiento y la beso como he querido hacer desde que la abracé con la cara llena de glaseado.

—Tú hueles a aguacate...

Sólo muevo un poco mi cabeza hacia el frente y nuestros labios...

La puerta del baño se abre abruptamente descubriendo a Gabriela con mi celular en mano. Me separo rápidamente de Verónica.

—Lia, te está llamando Christopher...

Noche de Chicas ©Where stories live. Discover now