Rosa lavanda

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25 de Diciembre

1975

—¿Ya estás listo, sweetheart?

Preguntó el pelinegro viendo a su pareja, quien se encontraba acostado por encima de esa cama desecha con sábanas color rosa lavanda que su esposo clandestino insistió en tener.

Volkov hizo un sonido de afirmación, apoyándose en sus codos para poder observar mejor a Jack.

—¿Estás... seguro que no prefieres quedarte aquí? — Dijo en un tono sugerente, alzando un poco las cejas.

—Vamos Vik, es el único día de la semana en que podemos ir. — se acercó al de cabello gris  (con unos pocos reflejos blancos que ha traído el paso de los  años) —Cuando volvamos... podemos hacer lo que tu quieras, ¿sí?

Viktor asintió, emocionado.

A los pocos minutos de esa charla partieron en el auto, eran las 00:30, la hora perfecta para salir. Estacionaron el vehículo a las afuera del bar.

—¡Viktor, Jack!, un gusto verlos aquí, ¿que van a pedir?

Habló un mesero.

—Yo me encargo, no te preocupes

—Bien.

El dueño del bar se acercó a ellos e invitó al mesero que les había hablado a retirarse. Después de saludarlos con un movimiento de cabeza los guió a él cuarto que estaba en el subterráneo del bar, el cuál se hacía pasar por una zona VIP para los clientes más adinerados.

—Que pasen buena noche. — Pronunció el hombre, para abrirles la puerta y retirarse.

El olor a cigarro y alcohol era más perceptible allí abajo pues era más pequeño.

Un montón de parejas homosexuales estaban besándose, tomándose de las manos, bebiendo, fumando, etc. O algunos aprovechaban la oportunidad de ocupar los pequeños baños que se encontraban ahí para satisfacer sus deseos carnales.

—¿Bailamos?

Susurró Jack en el oído de su pareja, este asintió, con un rostro neutro, como si no hubiera tenido un fuerte escalofrío en su espalda ocasionado por la grave voz de su pareja.

Y así pasó una hora y media, bailando y tomando algún que otro trago.

—Jack...— murmuró Viktor en el cuello de Conway, quien lo tenía agarrado de la cintura mientras se movían al ritmo de la música.

—Ya es tarde, deberíamos irnos, James dijo que la policía ya sospechaba que este no era especialmente un lugar VIP normal...

El de cabello negro miró su reloj de muñeca, 2:00 AM.

—Mm, quizás podríamos quedarnos más rato, ¿no quieres?

—Es que... — Hizo una pausa para hacer un caminito con sus dedos por el pecho de su amado hasta llegar a su nuca y acariciar ahí — dijiste que cuando volvamos podíamos hacer lo que yo quiera...

Escuchó al otro soltar una risilla

—Estás ansiosa hoy, princesa. Está bien, vamos.

Viktor se apresuró en tomar la gran mano de Jack y salir del lugar, por la euforia del momento y ya afuera de su lugar seguro, agarró el rostro del contrario y beso muy rápidamente sus labios

—Viktor — dijo en un tono severo.

—Tranquilo, no hay nadie viendo.

Tardaron 10 minutos en volver a casa y, estando en ella, menos de cinco minutos en besarse y enredarse en esas sábanas de color suave.

3 de Enero
1976

Un Jack Conway cansado del trabajo pero entusiasmado por llegar a casa y ver a su esposo se acercó a su puerta y sacó las llaves para entrar a su hogar, llaves que no fueron necesarias pues la puerta estaba entre abierta y con la cerradura forzada.

Con el corazón en la garganta entró rápidamente, dejando sus cosas en el piso.

—¿¡Viktor!?, ¡Viktor!

Gritaba, mas no había respuesta.

Entró en su cuarto con  los nervios haciéndolo temblar .

Entonces las vio, las lindas sábanas rosa pálido ahora teñidas de un intenso color rojo, provenientes del cuerpo ahora casi irreconocible de un Ruso alto de dos metros.

Cayó de rodillas a la orilla de su cama, pasando su mano por el cuerpo desnudo y ensangrentado de su esposo. En en el pecho de este y con su propia sangre estaba escrito "maricon", en su pecho y en otras partes de la casa, en las paredes, en las sábanas, en todas partes, porque finalmente, eso era lo que eran, ¿no?

No se preocupó de revisar si habían robado algo, si habían destrozado algo más que a la razón de su despertar diario, en cambio solo acercó el cuerpo  inerte de Volkov y gritó, gritó tan fuerte que sintió su garganta desgarrarse más rápido de lo que su pecho tardaba en hacerlo. Gritó de nuevo, esta vez el nombre de la persona que tenía en sus brazos mientras las lágrimas y el dolor le cortaban la respiración.

Viktor Volkov murió un 3 de Enero de 1976, a causa de aproximadamente 70 golpes en todas partes de su cuerpo y 3 puñaladas en el pecho.

También se mostraron signos de abuso sexual y quemaduras de cigarro.

Jack Conway murió un 10 de Enero de 1976, el día en que le rogó a la policía que encontraran al asesino de su "amigo". El día en que recibió un "Ah, ¿Viktor Volkov?, nos falicitaron el trabajo, ese marica iba a terminar muerto de todas formas"

Jack murió en aquellas sábanas manchadas, con una bala entre ceja y ceja, con la pistola que guardaba en su cajón para cuando el mundo fuera demasiado.

Pero en cambio, su mundo, llamado Viktor Vokkov, se había ido.

Pasaron los años y jamás se supo el responsable de la muerte de Volkov, y por consecuencia, la de Conway.

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Oh Dios, salió peor de lo que esperaba, lo lamento KWNFJKS.

VolkwayweekWhere stories live. Discover now